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ARANJUEZ VUELVE A SER EL GRAN PERJUDICADO.

ARANJUEZ VUELVE A SER EL GRAN PERJUDICADO ANTE UNA DECISIÓN TOMADA POR EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS. ESTÁ A PUNTO DE DECIDIRSE LA PÉRDIDA DE SEIS GRADOS UNIVERSITARIOS EN NUESTRO MUNICIPIO.

En la pasada legislatura perdimos Lever, esta legislatura estamos a punto de perder seis carreras universitarias y con ellas futuro, riqueza, dinamización, vida… todo aquello que nos cuesta años conseguir dejamos que se esfume de la noche a la mañana. Es inconcebible que se conozca el plan de reorganización solo 48 horas antes de aprobarse.

Desde aquella promesa de 1995, de esa universidad prometida para Aranjuez de “15.000 alumnos” en un campus a construir en Legamarejo, la historia de la Universidad en Aranjuez ha sufrido numerosos altibajos. Desde el CES Felipe II hasta el actual campus de la Universidad Rey Juan Carlos, la institución ha dado mucho a nuestra ciudad, y nuestra ciudad también ha dado mucho, generando espacios y sinergias para que Aranjuez sea lo que todos queremos, una ciudad universitaria. Una ciudad universitaria, no solo de nombre, sino de facto, un lugar donde los estudiantes no solamente se formen en las materias correspondientes a sus grados, sino también contribuyan a mejorar nuestra ciudad, crezcan en ella y sientan como en casa.

Jesús Mario Blasco, Concejal Portavoz de la Agrupación Ciudadana ribereña independiente asegura que “durante el pasado Debate sobre el Estado del Municipio, se nos anunció que la Universidad Rey Juan Carlos potenciaría el campus de Aranjuez. Se nos anunció la cifra mágica de los 5.000 alumnos en muy pocos años, y esa potenciación pasaría por la ampliación de los grados que ya se están prestando. Jamás por reducir. Porque reducir y eliminar estudios es relativamente sencillo, pero crear las condiciones para atraer más estudiantes, construir nuevos equipamientos… eso requiere mucho más tiempo. La prueba más palpable la tenemos con la parcela cedida a la URJC junto al centro de atención primaria de Olivas para albergar instalaciones deportivas. Casi cuatro años después sigue sin desarrollarse. En cambio, el nuevo plan docente que haría desaparecer grados como Derecho, Relaciones Laborales y Recursos Humanos, Trabajo Social, Economía, Administración y Dirección de Empresas, y Turismo, más los grados dobles asociados, ha necesitado o necesitaría (aún es posible pararlo) muy poco tiempo para materializarse”.

Además, para el Portavoz independiente, “estamos ante un doble problema, problema para los estudiantes y problema para Aranjuez, porque nos da la sensación de que la ciudadanía no es muy consciente de lo que perderíamos si este plan se pone en marcha. Para los estudiantes, porque hasta apenas 48 antes de confirmarse este plan docente, no han tenido acceso a información fidedigna, y suponemos que un plan de este tipo debe llevar muchos meses diseñándose. Han querido optar por la política de hechos consumados, obviando que la razón de ser de la Universidad son sus estudiantes. Han prometido y han afirmado por activa y por pasiva que no habría problemas para todos los estudiantes que estén cursando actualmente los grados a extinguir. Pero, mirando caso por caso, nos encontraríamos con asignaturas sin docencia, con problemas para acceder a la matrícula parcial o dispensa académica. ¿Está la Universidad en disposición de mantener todos los derechos de los estudiantes que ya están matriculados en los grados a extinguir? Nos tememos que los problemas no han hecho más que empezar”.

Luego está el problema de los dobles grados, algunos de los cuales son únicos en España y solo se ofertan en Aranjuez. Aquellos formados por grados a extinguir también acabarían extinguiéndose, perdiendo el campus de Aranjuez un indudable marchamo de prestigio. Y la situación no mejora cuando hablamos de la mejora de las instalaciones de aquellos grados que se pretenden potenciar, como supuestamente sería el de Bellas Artes. ¿La reducción de la carpa que utilizan los alumnos de Bellas Artes en Pavía es una mejoría, es una mejoría de un servicio para un grado que se pretende potenciar?

En suma, creemos que los alumnos están siendo los paganos de una desaforada política de inflación académica puesta en marcha por la propia Universidad, y que ahora pagarían aquellos que menos culpa tienen. Con la marcha de alumnos, se irán docentes, se infrautilizarán edificios y toda la oferta de la universidad se resentirá.

Y ahora vamos con los efectos sobre nuestra ciudad. Desde acipa hemos defendido que Aranjuez debe ser el vehículo de pruebas y experimentación para los alumnos de nuestra Universidad. Alumnos de Bellas Artes que quieran colaborar en el embellecimiento de nuestra ciudad, de espacios urbanos. Los alumnos de traducción e interpretación, implicarse en la realización de una web turística en idiomas. Todos nos veríamos beneficiados. Ahora vemos y comprobamos con estupor que uno de los grados que se cierran es nada más y nada menos que Turismo (además de la desgracia de la extinción de los antes descritos) en una de las ciudades turísticas por antonomasia, no ya de Madrid, de España.

El Campus de Aranjuez es uno de los más jóvenes de la universidad, de una de las universidades públicas más jóvenes de España. La ciudad universitaria de Aranjuez no puede cimentarse con una reducción tan salvaje de grados, con una inseguridad tan flagrante para los alumnos, que no saben cuál va a ser (ni dónde) el futuro de sus estudios. Todos anhelamos ese campus de 5.000 alumnos, pero no a cualquier precio. Es incomprensible que la misma Universidad que recupera el Hospital de San Carlos (con todas las facilidades habidas y por haber otorgadas por la administración local) ahora tenga estos planes. Las cuentas deben ser claras, y si hay un plan docente de reorganización de los campus, este no puede ver la luz apenas 48 horas antes de su aprobación, no puede hacerse sin garantías para los alumnos y no puede implicar la pérdida de grados y formación que son estratégicos para Aranjuez. Es ahora más que nunca cuando el Ayuntamiento de Aranjuez debe devolver a los estudiantes todo aquello que estos dan a esta ciudad, debe crear las condiciones para que estos puedan vivir, trabajar, disfrutar e incluso crear y desarrollar todo aquello que han aprendido en el campus de Aranjuez. Y debe ser capaz de decirle, clara y nítidamente al Rectorado de la URJC que así, NO.