201709 PROPUESTA QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA ARANJUEZ (acipa) AL PLENO DE LA CORPORACIÓN PARA INSTAR AL CANAL DE ISABEL A LA MEJORA DE LA ESTACIÓN DE BOMBEO DEL RASO DE LA ESTRELLA.
- 2017/09/13 12:30:25
El pasado 6 de julio nuestra ciudad sufrió un importante temporal de lluvia y viento que, pese a su escasa duración, provocó una serie de desperfectos en calles, viviendas y negocios. Su virulencia, aunque afortunadamente como decíamos muy limitada en el tiempo, hizo evocar destructivos eventos atmosféricos como el reventón (downburst) del 30 de agosto de 2015 o las ya más lejanas inundaciones de septiembre de 1990. En aquella ocasión, bastaron un par de días (con una semana de intervalo) para que el Mar de Ontígola fuese incapaz de laminar las escorrentías procedentes de la cuenca hidrográfica del Arroyo de Ontígola, actuase como un embudo y las proyectase después sobre la ciudad, provocando graves inundaciones que aún permanecen en el imaginario colectivo de muchos ribereños.
El Mar de Ontígola está si cabe peor que hace 27 años, prácticamente con poco o nulo mantenimiento de sus elementos hidráulicos, mientras las administraciones competentes se tiran los trastos a la cabeza ante la aparente indolencia del equipo de gobierno, mientras la necesaria inversión para su recuperación (más de 20 millones de euros) no acaba de llegar nunca. Sin embargo, ya volveremos sobre esta cuestión y este bien patrimonial, Monumento que integra la nada honrosa lista roja de Patrimonio de Hispania Nostra y cuya precaria situación supone una auténtica bomba de relojería que nos estallará cuando menos esperemos. En esta ocasión vamos a centrarnos sobre las infraestructuras y la red de saneamiento de nuestra ciudad, en buena parte culpable de que la zona baja de Aranjuez se inunde cada vez que llueve con más fuerza de lo normal, aunque no la única culpable, como veremos posteriormente.
Como ya llevamos años denunciando, y recordamos hace aproximadamente un año en un ruego recogido en este mismo Pleno, la red colectora y de saneamiento de Aranjuez adolece de obsolescencia y de escasa capacidad en relación a la población y extensión de nuestra ciudad. Cada vez que se producen fenómenos tormentosos o que concentran mucha cantidad de agua en poco tiempo, las zonas más bajas de la ciudad sufren la escorrentía de dichas aguas pluviales por la calzada, en ocasiones inundando negocios, garajes e incluso viviendas. Además de la escasa capacidad de la red colectora, la suciedad que acumulan rejillas e imbornales, tanto externa como internamente, hace que los colectores entren en carga y en lugar de drenar el agua hagan todo lo contrario, proyectarla hacia la superficie, bien calzadas o bien desagües e inodoros de viviendas particulares.
El problema como decíamos se agudiza en las zonas bajas, pues la red de saneamiento no solo debe soportar la lluvia en estos puntos sino también la de puntos geográficamente más altos. Desniveles de hasta 40 metros de zonas como Sóforas, Artes o la parte alta de Foso respecto a otras zonas como la Plaza de la Mariblanca o la Avenida de Palacio hace que la red de estas zonas soporte presiones tales que en ocasiones han llegado a empujar y levantar hasta el pavimiento, convirtiendo en auténticos géiseres bocas de registro e imbornales.
Aranjuez es una ciudad que sigue un modelo de expansión horizontal, y que durante los años de bonanza inmobiliaria ha urbanizado extensas áreas, incluidas las faldas de los cerros que rodean nuestra ciudad por el sur. A esta circunstancia cabe añadir que zonas como la parte final de la cuenca del Arroyo de Ontígola han sido también urbanizadas, canalizando dicho arroyo en superficie y luego entubándolo en lo que ahora es el Polígono Industrial Gonzalo Chacón y la urbanización aledaña a la fábrica de Ercros, Vergel y Olivas, respectivamente. Se han impermeabilizado miles de metros cuadrados que antes eran drenantes, forzando a que las escorrentías pluviales vayan por la red de saneamiento. Red de saneamiento que en el caso de los nuevos desarrollos es evidentemente de nueva creación, pero que en muchos casos está conectada a zonas que necesitan una renovación urgente.
A lo largo de los años se han elaborado estudios que por cuestiones económicas no han podido traducirse en obras de mejora integral de esta red. En 2006, la Junta de Gobierno Local del 18 de julio encomendaba a la Sociedad Local del Suelo y la Vivienda (SAVIA) la redacción de un estudio integral sobre la red de alcantarillado de Aranjuez, con motivo del colapso de la red a causa de la expansión urbana de la ciudad. En abril de 2007 se adjudicó la redacción del Proyecto de Directrices de Ordenación de los Servicios de Saneamiento y Recogida de Aguas Pluviales del municipio de Aranjuez a la empresa Train Estudios y Proyectos por más de 110.000 euros y un plazo de ejecución de 60 días. Ya en 2012 se encargó una segunda fase en la que se esbozaría una prognosis de las actuaciones y las fases en las cuales se desarrollarían, cuestión esta que a causa de la quiebra económica de la ciudad no ha podido llevarse a cabo.
Sin embargo, hay una serie de elementos de este sistema que a veces se pasan por alto y que también contribuyen al mal funcionamiento de la red de saneamiento, por no decir que contribuyen decisivamente. Nos referimos a la estación de bombeo número 1 ubicada en el antiguo cuartel de Guardias Españolas (otro monumento junto con su aledaño el de Guardias Walonas, presente en la lista roja de Patrimonio) en la zona del Raso de la Estrella, muy próximo al Palacio Real y a la ría que rodea el Jardín de la Isla. En dicha estación hay depósito colector subterráneo que recibe grandes caudales en época de fuertes lluvias, precisamente por la mezcla de aguas pluviales, aguas grises y negras procedentes de los efluentes de domicilios y establecimientos. En tal circunstancia, el elevador o tornillo de Arquímedes presente no es capaz de evacuar la gran cantidad de agua recibida en el aliviadero, por lo que en demasiadas ocasiones este exceso va a parar a la ría, y provocando que los colectores que vierten en la zona entren en carga.
No es necesario irse muy atrás en el tiempo para recordar grandes vertidos en un área que goza de la máxima protección medioambiental y patrimonial. En el año 2009 hubo un vertido de aguas negras en la zona, que llegó prácticamente a la zona de la cascada de las Castañuelas, inundando una zona muy visitada por los turistas con un olor insoportable, amén de contaminar con aguas fecales un ramal del río Tajo ya castigadísimo por la falta de caudal. En dicha ocasión, el Canal de Isabel II, del que depende esta instalación, declaró que se trató de un hecho “puntual” causado por la obstrucción de la rejilla del aliviadero. Y lo cierto es que era puntual, con puntualidad casi británica cada vez que llovía más fuerte de lo normal las aguas negras acababan apareciendo en la ría. Esta situación ya ha sido denunciada por colectivos ecologistas ante la Confederación Hidrográfica del Tajo, Seprona y Patrimonio Nacional.
El Canal de Isabel II, pese a invertir 800.000 euros en la mejora de esta instalación, ha negado que los problemas se deban a su escasa capacidad de bombeo, y si bien los problemas de rebosamiento de las aguas negras no se han producido con la misma asiduidad que en el pasado, sí parece existir una relación causa efecto entre la poca capacidad del aliviadero existente en su interior y el agravamiento de la situación de carga de los colectores cada vez que llueve más fuerte de lo normal, por lo que desde acipa entendemos se debe instar al canal de Isabel II a adoptar soluciones duraderas, definitivas y de calado para que no se agrave un problema ya grave de por sí como la escasa capacidad de respuesta de la red de saneamiento de Aranjuez.
La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación la siguiente Propuesta:
• Que se inste al Canal de Isabel II a la realización de las mejoras necesarias en la estación de bombeo ubicada en el Raso de la Estrella con el fin de mejorar la capacidad de drenaje y evacuación de la red de saneamiento de Aranjuez, estudiándose asimismo el traslado o modificación de la misma para que el bien monumental en el que se ubica pueda ser recuperado para la ciudad.