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ABANDONO EN EL MAR DE ONTÍGOLA

EL HUMEDAL Y LA RESERVA NATURAL DEL MAR DE ONTÍGOLA CONTINUA SUMIDO EN EL ABANDONO MÁS ABSOLUTO POR PARTE DE LAS ADMINISTRACIONES ENCARGADAS DE SU CUIDADO Y MANTENIMIENTO, TRANSFORMANDO UN IMPORTANTE ESPACIO NATURAL Y MONUMENTAL EN UN LUGAR INHÓSPITO Y DESAGRADABLE.

Los restos de la tormenta del pasado 30 de agosto bloquean casi dos meses después el principal acceso a la laguna desde el Camino del Mar Chico, mientras que el carrizal crece sin control obstruyendo caminos y taponando el aliviadero de la laguna aumentando el peligro de desborde por coronación en cuanto lleguen las lluvias de otoño.

Reserva Natural, Humedal Catalogado, Hito de la historia de la ingeniería, primera presa de contrafuertes de la edad moderna… Las palabras grandilocuentes, las pomposas figuras de protección… nada parece valer para frenar el deterioro galopante que arrastra lo que debería ser uno más de los atractivos con los que cuente nuestra ciudad. Son ya innumerables las veces que desde acipa hemos denunciado su calamitoso estado, con gobiernos de todos los colores, pero nada parece servir para lograr que las administraciones actúen para frenar su degradación. La presa, propiedad de Patrimonio del Estado, y la Reserva, cuyo cuidado y mantenimiento corresponde al gobierno regional, presentan un estado tal que es inconcebible pretender que los turistas visiten el monumento y puedan deleitarse con la gran diversidad de flora y fauna que alberga.
Tal y como dice Hispania Nostra, que el pasado mes de abril incluyó al Mar de Ontígola en su Lista Roja de Patrimonio (junto con otros dos monumentos de Aranjuez como el Hospital de San Carlos y los Cuarteles de Reales Guardias Walonas y Españolas), “hoy es imposible contemplar la imponente obra de ingeniería realizada con piedra de Colmenar, oculta entre capas de vegetación y acumulaciones de tierra, ni siquiera adivinar que existe, sin conocer su ubicación. El crecimiento incontrolado de plantas ha acabado obstruyendo los aliviaderos que evita que se desborde” por lo que el agua acaba rebosando “por coronación, llegando a deteriorarla notablemente al arrastrar los materiales de relleno” La situación actual coincide en lo esencial con lo descrito por Hispania Nostra, solo que además la situación se ha agravado tras la tormenta del 30 de agosto, cuando numerosos árboles (secos) en las inmediaciones del acceso por el Mar Chico, han caído sobre el camino, permaneciendo sin retirar hasta el día de hoy.

Jesús Mario Blasco, Concejal Portavoz de acipa, afirma que “las administraciones encargadas de gestionar y proteger la reserva natural, el cauce del arroyo, los caminos y las infraestructuras hidráulicas de carácter monumental, han abdicado absolutamente de sus funciones. Los accesos a la reserva por la zona del Polígono del Mar Chico están llenos de basura y los árboles caídos que limitan el paso no están en un rincón recóndito de la reserva, sino a apenas unos metros de su entrada. Esto significa que desde el 30 de agosto absolutamente ningún responsable se ha acercado por aquí, ni a mantener la reserva ni mucho menos a evaluar daños. Ya denunciamos hace dos semanas el abandono del soto de Legamarejo y los puestos de pesca de la zona, cubiertos del ramaje y troncos (de grandes dimensiones) abatidos por la tormenta, y de nuevo tenemos que denunciar más abandono, este en un punto ya castigadísimo por la desidia general de aquellos encargados de protegerlo. Obstrucción de aliviaderos, colmatación de la laguna e invasión por la vegetación han sido denuncias recurrentes de acipa, y pese a las también recurrentes promesas de inversiones multimillonarias, la situación sigue siendo la misma, cuando no peor”.