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DEBATE ESTADO DEL MUNICIPIO 2022

Primera intervención Jesús Mario Blasco Blanco, Portavoz de acipa

Buenas tardes a todos, Alcaldesa, equipo de gobierno y concejales de la Corporación. Iniciamos un debate anómalo, tanto por ser el primero y quizá el último de la legislatura, como por las causas de esta cuestión. Entre medias hemos sufrido la peor pandemia desde 1918, que se ha llevado a tantos de nuestros compatriotas. Por si fuera poco, en enero de 2021 sufrimos la peor catástrofe medioambiental que al menos yo recuerde, y que nos tuvo al menos 10 días en alerta roja, un hecho sin precedentes. Nadie podía presagiar tal cosa a inicio de legislatura.

Es también un debate especial para nosotros, pues por primera vez nuestras políticas han podido condicionar decisivamente las de un equipo de gobierno. Como tal, aquellas cosas que están en el debe o que quedan por materializar (pese a que queda más de un año de legislatura) deben llevarnos a la debida autocrítica, por no haber sabido o podido cambiar situaciones, o no haber sabido leerlas. Sea como fuere, nuestro proyecto transformador de la ciudad era posible y posibilista, con líneas bien definidas y con dos prioridades… No solo la realización de las reformas (a todos los niveles) que a nuestro juicio Aranjuez necesita, sino que el cambio fuese perceptible por todos los vecinos, independientemente de filias o fobias. El primer objetivo, pese a las titánicas adversidades, va en buen camino de conseguirse (si bien aún queda mucho por hacer) pero el segundo aún queda en el debe.

Las primeras acciones a acometer eran, sin duda, en materia tributaria. Fuimos muy críticos con la política económica del anterior equipo de gobierno. Estamos radicalmente en contra de la afirmación de que en Aranjuez se pagan pocos impuestos o que tenemos que converger con el resto de municipios en materia fiscal. Ya demostramos con hechos tal falacia, y hoy opinamos igual. No obstante, el aumento de recaudación sigue siendo demasiado dependiente de la creación de nuevas figuras tributarias, más que por un sensible incremento de la actividad productiva.

En este sentido, cabe decir que dos de nuestras propuestas en materia fiscal son hoy una realidad. Ya hace 4 años hablábamos de ellas como posible alternativa a la subida de impuestos proyectada para 2020 y 2021. Se tenía tiempo para trabajar en ellas, pero como de costumbre se ignoró. Sin embargo (y lejos de estar solucionada la situación económica como erróneamente se consideró en 2017) ya en septiembre de 2019 hubo que afrontar nuevos pagos y sentencias, y con ellos la petición de un fondo de ordenación y un nuevo plan de ajuste. Este supuso la aprobación de la Tasa de Incendios y la Tasa al transporte de hidrocarburos y energía eléctrica. En suma, que pague más el que más tiene, o mejor dicho, que pagaran los que no pagaron nunca. Estas dos iniciativas se aprobaron, diseñaron y materializaron en poco tiempo, tras un enorme trabajo de los servicios económicos de la casa, y supondrán si se cumplen unas previsiones moderadas, casi 1,2 Millones de euros a las arcas públicas, que en parte hicieron posible no tener que aplicar ninguna subida de IBI, ni de IAE ni la implantación de la tasa de basuras. Queda no obstante mucho por hacer, queda gravar el incivismo como se merece, que ni un solo euro público tenga que gastarse por acción u omisión de los que desprecian a sus convecinos con su falta de compromiso ciudadano. Y queda, sobre todo, que nadie pague por servicios que no recibe y renuncia a recibir. En este sentido, decirles que se ha avanzado respecto a las tasas de ocupación de dominio público por la entrada y salida a garajes, de manera que la exigencia urbanística de un garaje no presuponga nunca que se utilice y genere exigencias a nivel tributario, y que haya vecinos de Aranjuez sin capacidad para poder solicitar salir del padrón cobratorio. Una medida que si bien no tendrá un impacto significativo en la recaudación, sí nos parece de justicia en tanto en cuanto supone avanzar en derechos ciudadanos, especialmente en barrios nuevos como el de la Montaña.

Pero si hay una reforma estructural, de singular impacto en las arcas públicas y de cara a la mejoría de las infraestructuras municipales, es el Contrato de Eficiencia Energética, cuyos pliegos hemos aprobado recientemente, tras dos años de intenso trabajo técnico, que ha implicado la realización de las auditorías energéticas de todos los edificios municipales, análisis de luminarias y de centros de mando. Un contrato futuro de eficiencia a 15 años, con un valor superior a los 40 millones de euros, que supondrá la sustitución de más de 9.000 luminarias en nuestras calles, la mejora de la climatización de todos los edificios municipales, con una inversión de más de 8 millones de euros, susceptibles de solicitar a los Fondos Next Generation. Un ahorro mínimo, sin contar con posibles subvenciones, de más de 300.000 euros en los primeros años, que irían subiendo con el paso de los mismos. Un plan que permitirá además que se pueda apostar por la autogeneración y por la adopción de figuras en auge como las comunidades energéticas locales. Una auténtica revolución que casi por sí sola merece una legislatura.

Se ha procedido además a la fusión de los créditos ICO y aumento de los plazos de carencia. Plazos que, sin embargo, y como siempre hemos solicitado, debían emplearse para hacer reformas en la administración y para anticipar deuda. En esta legislatura, aprovechando también la flexibilización de las reglas fiscales a causa de la pandemia por parte del Gobierno de España, se ha amortizado más de 7 millones de euros, contando también con los remanentes del plan PIR que no pudieron emplearse a término de dicho plan. Se ha suavizado, tanto como permitía la ley, la desafortunada tasa al centro de acogida.

Queda mucho por avanzar. Aranjuez sigue sin explotar convenientemente los bienes que son de su propiedad, todos sus kioskos, locales, seguir mejorando en la prevención del fraude, actualizando padrones como los de vados, sancionando correspondientemente (con el nuevo Departamento de Sanciones) controlando suficientemente las concesiones administrativas (sigue la revisión de contratos ya finalizados como el de Cementerio o iniciándose, como el del Teatro) y el reto de ser capaces de mejorar la capacidad de recaudación sin subir las tasas. No ha sido posible, por decisión técnica, bonificar la creación de empleo, en impuestos como el IAE o el ICIO, no ha sido posible bonificar la instalación de paneles fotovoltaicos, como por ejemplo en el IBI o de nuevo en el ICIO, y aún hoy los vehículos con etiqueta 0 o ECO siguen sin poder eximirse del pago de la ORA.

Por último, el hito que marca la política económica es el Presupuesto Municipal. En febrero de 2020 había ya un esbozo de los mismos, pero lo que sucedió apenas unas semanas después lo cambió todo. Derrumbó las previsiones de ingresos en más de dos millones de euros, convirtiéndolo en papel mojado antes incluso de ser debatido. La falta de certezas sobre la recaudación (que finalmente no bajó tanto) y el retraso de cuestiones tan importantes como el plan PIR (de abril de 2021 al otoño del mismo año) o la solicitud de los fondos de ordenación para el pago de la Seguridad Social, sin obviar las catastróficas consecuencias de Filomena, retrasaron su presentación a más allá del verano de 2021, incumpliéndose el compromiso de presentar unas cuentas todos los años. Este Presupuesto de 2021 no nos va a ocupar demasiado en este Debate, pero sí lo calificaremos como de transición, de transición a otro que contemple no solo el reequilibrio de la ciudad, sino también respuesta a los nuevos problemas surgidos tras Filomena como la recuperación de edificios municipales. No solo Farnesio, también Atarfe, los Almacenes Municipales, Matadero, Centro Cecilio Fernández Bustos… necesitan una importante inyección económica para paliar, no solo los daños de Filomena, sino los de décadas de abandono y desinversión.

Con todo, cuestiones sangrantes como el pago de la deuda a las Comunidades de Vecinos de Agfa pudieron ser resueltas. No entraremos en dinámicas de buenos o malos en virtud de sus votos… Simplemente diremos que quien quiso estar y aportar, lo hizo, incluso aunque no se quisiera a priori contar con ellos. Sí queremos resaltar que no puede repetirse la presentación de unos presupuestos sin contar con todos los grupos políticos, independientemente de su voto posterior. Seguimos diciendo lo mismo que al principio de legislatura, nada de cordones sanitarios, con ningún grupo. Y que nadie tenga la excusa (o el salvoconducto) de rechazar algo invocando que nadie contó con ellos.

También hemos dicho que el Urbanismo debería ser una fuente de ingresos y elemento transformador para nuestra ciudad. La obsolescencia que arrastramos en infraestructuras obedece fundamentalmente a la falta de mantenimiento y renovación, principalmente a la falta de ingresos e inversión. En Aranjuez el Urbanismo fue fuente de ingresos durante muchos años, pero a partir de la crisis financiera, ha pasado a ser fuente de gastos, de gigantescas deudas en forma de sentencias condenatorias. Sentencias que en buena parte se han comido los ingresos generados en aquellos años.

Una de nuestras principales preocupaciones desde hace años es la situación de los sectores paralizados pendientes de adecuación al Plan General, y los industriales aún sin desarrollar. Un Plan que es necesario revisar de manera urgente. Nada más comenzar la Legislatura, solicitamos un informe exhaustivo del estado de 10 sectores urbanos de nuestra ciudad. En concreto, sobre la suspensión de licencias en los ámbitos de Montecillo, Colonia de Aviación, Puente Barcas, Pirelli, Ejército Tierra, Concepción Valera,  Cables-Jardín de Oñate, Azucarera, Puente Barcas y Salón del Automóvil.

En todos ellos, como denominador común, la extraordinaria dificultad habida entendiendo la complejidad en la gestión de las transferencias de aprovechamientos. Y también, por qué no decirlo, por la inflación competencial. La falta de músculo económico de los privados tras años de crisis ha supuesto el resto. Se han producido sensibles avances en el Salón del Automóvil, a expensas del interés de privados, pero no percibimos lo mismo en el resto. En cuanto al papel del resto de administraciones, altamente decepcionante siendo eufemístico.

Sobre las grandes operaciones urbanísticas del pasado, hoy Montaña, Agfa y Artes son barrios consolidados, pero aún arrastran problemas. En la Montaña, generado por la quiebra de su constructora, los vecinos se pasaron años escuchando que el barrio era un “problema”, aunque no parecía serlo tanto cuando llenaban las arcas públicas con el pago de tributos. Seguimos teniendo una asignatura pendiente, con una administración concursal que ha estado absolutamente paralizada, que ha necesitados varios años para subastar dos veces, y a precios desorbitados, el campo de Golf… Son de tal calado que se va a tardar en poder dar solución a todos los problemas. Pero empiezan a vislumbrarse soluciones, por fin la Comunidad de Madrid ha asumido que es su responsabilidad ejecutar la Glorieta del acceso norte, ya está con los trámites previos para que antes de un año sea ya una realidad. Agradecemos que se haya trabajado entre gobierno y servicios técnicos para exigir a Martinsa-Fadesa los más de 15 millones en suministros que se debe a los vecinos (total, nadie se lo pidió nunca…) y por fin, tras millones en planes de inversión que se invertían en otros lugares, parece que por fin toca invertir en el barrio. Las parcelas dotacionales esperan inversiones deportivas, centros cívicos, esperan una parroquia, sí, aunque a algunos les moleste, y por primera vez hemos visto la voluntad para que se haga. Remanente de tesorería, PIR o Feder, nos da igual la fórmula, queremos ver inversiones del Ayuntamiento de Aranjuez en el barrio, además de las tres fases del proyecto de urbanización que faltan y que están a expensas de la materialización de los créditos concursales más los suministros, más de 40 millones de euros.

Agfa es otra zona en expansión, necesita comercio de proximidad, la biblioteca que se prometió hace más de 15 años y sobre todo, mejoras en la accesibilidad. Hay ya proyecto para la mejora de la accesibilidad en la calle Trinquete y la resolución de los problemas de tráfico, en especial en la zona escolar. En Artes es imprescindible contar con las marquesinas para el transporte público en la avenida principal, y exigir a los propietarios mayoritarios en la zona de Artes-Sitges (que son mayoritariamente bancos) que colaboren en el mantenimiento de las zonas privadas.

En el resto de la ciudad, como decíamos, falta percibir las mejoras que sí se producen a nivel técnico. Se ha asfaltado en numerosas calles y se han renovado aceras, pero aún falta del Plan de asfaltado de zonas industriales y el nuevo plan de asfaltado PIR 2022-2026, hay calles que presentan un aspecto dantesco, en especial tras Filomena (Fortuny, Montecillo, Sol, Primavera…) esperan algo más que parches. Nuestro alcantarillado necesita un plan integral de mejora, y en días como el de hoy se nota aún más. Y por supuesto, la eliminación de todas las barreras arquitectónicas, prioritariamente aquellas en edificios municipales.

Pendientes quedan obras importantísimas de PIR-Feder, como Oropéndola (1,7 millones) Acceso Sur (1,5) o las aceras, enterrado de tendido aéreo y asfaltado de Mirador (2 millones) obras largamente esperadas pero que siguen esperando que la Comunidad de Madrid dé el pistoletazo de salida para licitar sus proyectos y ejecución.

No podemos olvidarnos de las necesidades del Real Cortijo de San Isidro. Se ha creado la concejalía o delegación de enlace para coordinar Ayuntamiento de Aranjuez y la Entidad Local menor, atender más eficazmente y dar traslado de sugerencias. Ha aumentado la asignación anual, pero sigue pendiente (pese a que se está trabajando en ello) el Convenio entre ambas instituciones. Quedan asuntos importantes, en los que se estaría avanzando, como el de la recuperación de la Casa Grande y la devolución al Real Cortijo del refugio, pero el aspecto general de la Entidad Local continúa sin ser bueno. Es necesario actuar en el asfaltado, en las aceras, en la apertura definitiva del Lagar, en la conexión de la depuradora con la EDAR norte, las conexiones con las líneas de autobuses urbanos y tener asignados medios administrativos para la atención cercana de problemas vecinales. El inventario definitivo de bienes rústicos solucionaría problemas no solo al Real Cortijo, sino también cuestiones competenciales referentes al futuro Convenio.

Nos preocupa muchísimo la movilidad en el municipio. Más tras la exigencia europea de que las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan delimitada una Zona de Bajas Emisiones y con elementos de control de tráfico. Y la exigencia para concurrir a las subvenciones del Ministerio de Transportes (MITMA) de tener aprobado y en vigor, con los trámites de participación ciudadana implementados, un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) algo que a día de hoy no tenemos. No queremos ser agoreros, pero si ya no pudimos concurrir a la convocatoria de ayudas de 1.000 millones de euros en 2021, este año (que se ponen en liza 500 M€) tendremos más competencia y mayores necesidades.

Necesitamos además poner en marcha un plan de ejes peatonales y ciclistas que conecten nuestros tres núcleos de población principales (casco, Montaña y Real Cortijo) así como con el cercano municipio de Ontígola. Un sistema que necesitará una red de cámaras de videovigilancia, que ya solicitamos en la pasada legislatura, y para las que debemos al menos concurrir a los fondos europeos.

Con la creación de la Delegación de Casco Histórico y Patrimonio, entendimos que se sentarían las bases para mejorar la situación de una de las zonas que más han sufrido el despoblamiento y la crisis comercial. Si bien sigue en marcha la revisión del Catálogo de Bienes Protegidos y el Plan Especial del Casco, para evitar la asfixia administrativa que suponen las imposiciones de la Comisión Local de Patrimonio, todavía no observamos mejoras perceptibles. Continúa siendo una odisea abrir un negocio en el casco histórico y muchos edificios se deterioran sin que sus dueños puedan o quieran revertir su ruina. Más aún, algunos hacen caso omiso a los requerimientos que se les hacen desde el Ayuntamiento, en forma de órdenes de ejecución, alargándose trámites… Necesitamos que se cumplan las normas urbanísticas, necesitamos una auténtica mano de hierro con los incumplidores y los incívicos, pero agilidad y facilidades para los que quieren arriesgar su dinero e invertir en generar nuevos espacios productivos. Conocemos que ya ha habido contactos con la Universidad para que los estudiantes colaboren en la mejora y embellecimiento de nuestra ciudad, cuestión que debe coordinarse con la necesaria retirada de elementos obsoletos de nuestras calzadas.

Sí ha habido avances respecto a relaciones con otras administraciones. Sin embargo, seguimos esperando la materialización de muchos compromisos. Sabemos que van encaminados, pero nos preocupa no ver aún hechos tangibles, sobre todo porque las buenas palabras tienen fecha de caducidad. Nos preocupa especialmente la relación con ADIF y el Ministerio de Transportes. Las obras de accesibilidad de la estación están acabando por fin, pero tras un parón de 2 años por quiebra de la adjudicataria. La línea C-3 continúa con retrasos y averías, y nos sigue preocupando la accesibilidad en el aparcamiento y en los accesos. El hormigonado que aplicaron tras los daños de Filomena al adoquinado se desmenuza, y el aparcamiento exterior sigue dando vergüenza ajena. Dada la inacción, el Ayuntamiento está en conversaciones para que, con inversión municipal (alrededor de 300.000 euros) se pueda recuperar el parking exterior, y en lugar de aprovechar esta situación, el Administrador sigue sin alcanzar acuerdos satisfactorios para Aranjuez.

En cuanto a la Plataforma Logística, sucedió lo que ya temimos en su momento, aunque parece haber novedades. Se quiso enfocar hacia la logística del automóvil en vez de hacia un hub intermodal de mercancías. Como ya conocen, se hizo en 2018 una convocatoria de manifestaciones de interés que culminó con la presentación de tres candidatos (Síntax Logística, Semat y Tradisa) pero el proceso de licitación nunca llegó a iniciarse por irrupción de la pandemia y el fuerte impacto que provocó en el sector de la automoción. Se ha terminado de descartar esta opción y ADIF maneja nuevas alternativas.

Según hemos tenido conocimiento, la nueva alternativa no tendría relación con el sector de la automoción, sino ya con otros nichos de mercado, tal y como apuntan fuentes del sector del transporte ferroviario de mercancías. Esperamos que a la tercera sea la definitiva, porque se trata de un proyecto estratégico para Aranjuez, que merecía algo más que una campa con coches.  

En cuanto al laboratorio criminalístico de la Guardia Civil (a construir en la parcela 519 de la Montaña, más un acceso alternativo al barrio por la calle Cáceres) desde acipa fuimos quienes denunciamos la pérdida definitiva de la inversión. La Benemérita sigue afirmando su interés por la parcela cedida, pero la paciencia se acaba y reclamamos que se acabe de una vez con su indefinición.

La misma suerte que parece correrá la línea férrea Aranjuez-Cuenca-Valencia, en un nueva muestra de desprecio del Gobierno (de este y de todos) por nuestro transporte ferroviario. Lo mismo puede decirse de la Confederación Hidrográfica, que definitivamente se ha olvidado del río Tajo, y de las inversiones en nuestra ciudad, pese a sus reiteradas promesas. El Mar de Ontígola sigue siendo un peligro y las pasarelas peatonales sobre el río una entelequia.

Como hecho positivo sí destacamos el arreglo de Puente Largo, arreglo que se retrasó ante el calamitoso estado que presentaba… ¿Se acuerdan? Desde acipa éramos “alarmistas” cuando denunciamos su estado… y resulta que el puente estaba aún peor de lo que decíamos. No ha habido tanta suerte ni con Fogones ni con Sotomayor (por seguir con propiedades de la Comunidad de Madrid) y no solo es que no hay proyectos de mejora en el horizonte, es que ni siquiera se esperan. Sangrante, más aún sabiendo que existen fondos europeos.

La crisis y el aumento del precio de la vivienda han hecho que muchos ribereños apuesten por el alquiler, y de ahí que muchos vecinos atraviesen situaciones complicadas, más aún en tiempos de aumento del coste de la vida. Según el INE teníamos hace 10 años más de 4.000 viviendas vacías, muchas de ellas en manos de administraciones (Comunidad de Madrid, Patrimonio del Estado y Patrimonio Nacional, Sareb…) y otras propiedad municipal pero necesitadas de inversión. Queda pendiente la recuperación de las viviendas de Unilever, las de las casas de los Maestros, Casa Atarfe y analizar la situación de las viviendas de Agfa que están fuera del plan de enajenación actual, para poder tener un parque de vivienda pública y atender las emergencias habitacionales.

Especialmente preocupante la situación de las viviendas en altura propiedad de varios fondos buitre, en especial las de Haya Real State y Global Licata, sometiendo a sus inquilinos a unas políticas y cláusulas abusivas, especialmente de cara a lo que queda de este año y el que viene. Desde acipa creemos que hay que insistir tanto en las políticas de mediación ante la propiedad así como en la continuación de las mesas de intermediación, para hacer de Aranjuez una ciudad hostil a los que quieren hacer negocios fáciles y rápidos jugando con la angustia de los vecinos. Tan importante es el frente político como el social y el judicial, y ambos deben ceñirse para conseguir el objetivo.

No podemos olvidar que a día de hoy siguen produciéndose problemas de usurpaciones de viviendas, con situaciones especialmente sangrantes en los inmuebles de Segipsa de La Regalada, Glorieta del Clavel y, aunque en menor medida, Montaña. Usurpaciones que vienen acompañadas de deterioros de la convivencia. Conocemos de primera mano que el Gobierno mantiene una continua línea de colaboración con Segipsa y que incluso se han procedido avances en soluciones como la mejora del edificio, venta de viviendas y cesión de locales al Ayuntamiento, amén de los locales arrendados al Ayuntamiento para la UNED, pero a día de hoy sigue siendo necesario tapiar zonas abandonadas y actuar contra los usurpadores.

No hacía falta esperar a una pandemia mundial para preocuparnos por el estado de la Sanidad en Aranjuez. Ya con los picos de gripe nuestro hospital mostraba señales de alarma. Un hospital transfronterizo como el nuestro necesita más medios humanos, una mayor cartera de servicios, teniendo en cuenta que estamos en una de las áreas sanitarias más envejecidas de Madrid. Agradecemos la rapidez en la respuesta cuando solicitamos que el Hospital de Aranjuez no se quedara fuera del circuito de vacunación o de los lugares habilitados para las pruebas diagnósticas Covid, pero hemos echado de menos reuniones del Consejo de Sanidad. Hay que luchar, exigiendo a la Consejería, para que Aranjuez sea un lugar atractivo para los diversos profesionales sanitarios, en especial pediatras y médicos de familia, en especial lo relativo a los horarios de atención. Necesitamos con urgencia que la Comunidad de Madrid, tal y como hace con el Príncipe de Asturias de Alcalá, reconozca su ubicación a caballo entre dos Comunidades, que haya espacios para la atención radioterápica de pacientes oncológicos (y evitar desplazamientos de 80 o más kilómetros) espacios especialmente dedicados a los más vulnerables, los niños y ancianos… y en especial, un centro dedicado a la rehabilitación y cuidados paliativos, que sería el único en el sur de la Comunidad de Madrid. Necesitamos más espacio para nuestras asociaciones socio-sanitarias, para el centro de atención a drogodependientes, dándoles cabida en el antiguo centro de especialidades, necesitamos también un nuevo centro, dotado con más profesionales, de atención primaria en el barrio de la Montaña.

Respecto a la Educación, la Pandemia retrasó la adopción de medidas. Pero no obstante hemos de decir que el curso escolar 2020-2021 pudo desarrollarse razonablemente bien pese a las tremendas adversidades (Covid-19 y Filomena, respectivamente) con los preceptivos refuerzos en limpieza y seguridad. No se implementaron todas las medidas que solicitamos, pero no fue necesario recurrir a aulas prefabricadas o clausuras masivas de aulas, gracias también a la labor de profesionales y padres. Lo más destacable en estos casi tres años son las inversiones que han llegado y que están por llegar. A cargo del gasto corriente del PIR se proyectaron pequeñas actuaciones en cerramientos y accesos a algunos centros escolares, así como en sus pabellones deportivos, con una cuantía cercana a los 100.000 euros. Tras el paso de Filomena, llegó una importantísima inyección económica por parte de la Comunidad de Madrid, de 450.000 euros para, entre otras cuestiones, la retirada del amianto de las cubiertas del CEIP San Isidro y ya, muy recientemente, se ha anunciado la inversión de 1,4 millones de euros (la mitad de aportación municipal, mitad fondos Feder) para la sustitución de la carpintería de aluminio y envolvente térmico/acústica de cinco centros escolares públicos.

Siendo muy importantes estas inversiones, aún faltaría para dejar nuestros centros públicos en buen estado de revista (al menos medio millón de euros más para llegar a las necesidades expuestas en los diversos estudios de necesidades en los centros, para la mejora de edificios, pabellones deportivos y accesibilidad)  En especial en centros como Vicente Aleixandre, que han recibido hasta ahora inversión regional pero que necesitan urgentemente inversión en su carpintería exterior. Respecto a las necesidades educativas, es imprescindible contar con un calendario de reuniones para el Consejo Escolar, de forma que se pueda abordar las necesidades (ratios, mayor número de aulas, actividades extraescolares, ampliación de centros como el Príncipe de Asturias…) acortando el plazo de respuesta por parte de la administración y mejorando la participación de la comunidad educativa.

Y nuestro deporte, como todas las actividades, ha sufrido lo indecible con la pandemia y las medidas de distanciamiento social. Tras la parálisis, vemos como de nuevo vuelven las actividades deportivas y vuelven a verse las carencias de años en nuestras instalaciones. Hay pendientes reparaciones, algunas ya adjudicadas, como las del césped del Pinar, vestuarios, eficiencia energética, pistas de tenis, y otras pendientes de mejora, en especial en los centros escolares. Con todo, y con cargo a PIR, Feder o remanentes, es necesario acometer las inversiones necesarias para reequilibrar la ciudad y que todos los barrios tengan en sus proximidades instalaciones deportivas. La Montaña necesita una primera fase de lo que en un futuro sería una tercera ciudad deportiva, amén de otras instalaciones repartidas en sus parcelas dotacionales y la mejora de las existentes, así como también en espacios que ya acumulan mucho deterioro como nuestro estadio del Deleite.

Los dos grandes deportes fluviales, piragüismo y pesca, necesitan aportaciones económicas y/o administrativas para poder desarrollar sus actividades. Hay que retomar el proyecto del Canal de Remo, para que Aranjuez sea el centro de referencia para el piragüismo y remo del sur de Europa. El mejor club de España no merece menos. El club de Pesca necesita como agua de mayo un Convenio con el Ayuntamiento de Aranjuez, así como un escenario de pesca que incluso sin desarrollar no tiene parangón, como Tilos. Por último, se ha logrado un consenso prácticamente total entre grupos políticos, centros y ampas para contar con un reglamento de Juegos Escolares, lo que deja bien a las claras que cuando hay talante negociador y ganas de acordar, se puede.

No concebimos el abordaje de cuestiones tan básicas como la cultura, el turismo y el mantenimiento de nuestros bienes sin mencionar la necesidad urgente de contar con un Plan de Gestión del Paisaje Cultural. Los sucesivos cambios en instituciones tan importantes en relación con el instrumento de gestión (como Patrimonio Nacional) y la paralización (por problemas competenciales) de la Ley de Patrimonio Cultural han contribuido a retrasar algo que ya de por sí en nuestra administración necesitaba un empuje. Necesitamos la constitución de un Consorcio como órgano de gestión (bajo el auspicio, por qué no, de la Casa Real) y para lograr la implicación de todas las administraciones con bienes a su cargo en nuestro Paisaje. Hemos solicitado además al Pleno que Aranjuez esté presente en el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional.

La reforma del Consejo de Cultura, a falta de informes técnico-jurídicos, necesita impulsarse, pese a que la sociedad civil nos ha adelantado a todos con la constitución de los Laboratorios Ciudadanos, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos. Con una colaboración ciudadana sin precedentes, y el empuje de las asociaciones, está suponiendo el germen de multitud de iniciativas, tanto culturales como turísticas. Tanto, que ha cristalizado en el esfuerzo que conduzca a una Capitalidad Cultural para Aranjuez, empeño acaso utópico, pero que servirá para canalizarlas. El Ayuntamiento, debe estar detrás empujando estas iniciativas. ¡¡No podemos perder esta oportunidad única!! Y también recientemente, el nuevo Campus gastronómico supondrá un enorme incentivo para estudiar y visitar Aranjuez.

Tampoco podemos dejar de exigir que nuestro Festival de Música Antigua, el mejor de España en su género y Premio a la Excelencia Europea, el Rappel del Tajo y la Semana Santa de Aranjuez, sean declarados de Interés Turístico Regional. No podemos concebir que esto esté paralizado en Madrid, en un cajón cerrado. Necesitamos que la única Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Comunidad de Madrid, el Motín, tenga apoyo financiero de la Comunidad, potenciándose además el efecto retorno. Debemos apoyar los esfuerzos conducentes a la implantación de la Fiesta Ganchera en Aranjuez… sabemos que se está trabajando, y debe ser cuanto antes una realidad. Sí podemos celebrar la puesta en marcha del Consejo de Fiestas, una medida que debió haberse tomado hace mucho y que está funcionando bien. También la necesaria auditoría de contratos como el del Teatro Real y el nuevo pliego para mejorar su aportación artística y rentabilidad económica.

También será muy importante para nuestra ciudad los fondos Next Generation para la recuperación del Trazado de Sabatini, uniendo Palacio Real y Estación, como los fondos PIMA para la recuperación de los itinerarios peatonales y la iluminación en el Parque de la Azuda… dos actuaciones imprescindibles que esperamos sean una realidad lo antes posible. Sin embargo, creemos también ineludible la necesaria reforestación de nuestros espacios naturales y nuestras calles, azotados de manera dramática por Filomena. Son muchos los vecinos que nos piden que se recupere el Parnaso, que se colabore con los centros escolares en plantaciones de arbolado, la recuperación completa del Mariposario, del Vivero, que el IMIDRA se implique dotándonos de plantones para recuperar arbolado tradicional…

Las zonas verdes son nuestra principal fortaleza y a la vez nuestro principal hándicap. Ni siquiera cuando en nuestras arcas entraban 100 millones al año había una dotación correcta de jardineros, y hemos abusado durante años de los planes de inserción laboral, retrasando la toma de decisiones en esta materia. Nos preocupa, lo seguimos diciendo, la viabilidad económica a medio plazo del nuevo contrato, su ámbito de actuación y que acabe quedándose “corto”. Nos preocupa que pueda haber trabajadores a dos velocidades y que la eficacia no sea realmente eficiencia.

Nos preocupa el poco peso que sigue teniendo la agricultura en nuestra ciudad. Ahora parece que desde instancias superiores acaban de entender que tienen hectáreas y hectáreas de terreno cultivable sin ningún rendimiento. Se trata de aumentar la producción de cereal, se habla de un Erasmus agrario… ¿de verdad ha tenido que haber una crisis importadora para darnos cuenta de que con nuestras tierras se puede dar de comer a casi todo Madrid? Esperemos que además se desarrolle el proyecto del Agrolab, que se ponga en marcha un mercado mayorista de venta de productos hortofrutícolas y que no se vaya a Fuenlabrada como el anterior, que se haga ese mercadillo de productos de la huerta en el Real Cortijo… y por último, que Aranjuez tenga algún día esa Escuela Central de Agricultura de nuevo, aquella que nunca debió perder. Para nosotros hay un lugar idóneo: Sotomayor.

Aranjuez es una ciudad muy segura, y en buena parte es debido a la gran labor realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este sentido, y como aplicación de la ley regional, tenemos que reseñar la reclasificación de policías con la titulación exigida al grupo C1, el proceso de promoción interna así como la oferta de 13 plazas vacantes. También el arreglo de las instalaciones de Policía Local en la comisaría conjunta, quedando aún pendientes cuestiones como la recuperación del agente tutor, la patrulla verde y la educación vial, fundamentales de cara a dar el mejor servicio posible a los vecinos, amén de contar con más medios materiales. Con la llegada de los efectivos y la policía de barrio, se tendrá la capacidad para tener más puestos de policía permanentes en zonas más alejadas del casco, para mejorar la vigilancia, pudiéndose complementar con la instalación de cámaras de seguridad. Inversiones que son necesarias y que contarán con nuestro apoyo si quieren materializarlas.

Queremos terminar con algo vital, las relaciones del Ayuntamiento con los ciudadanos. Pese a las mejoras anunciadas, muchos vecinos siguen esperando excesivo tiempo para muchos trámites. Necesitamos YA un nuevo reglamento de participación ciudadana, necesitamos más transparencia, y eso no solo es conocer sueldos públicos, sino saber a dónde va cada euro que aportan con sus impuestos, como se hace en muchos Ayuntamientos. No se trata de tener muchos consejos y agendas para que luego no escuchar por hechos consumados, como ha pasado tantas veces en el pasado, se trata de que la participación sea efectiva.

Señores del equipo de gobierno, lo que ha sucedido en esta legislatura no tiene parangón. Pandemias, temporales y ahora guerras, con una inflación desconocida que amenaza con derrumbar todas las previsiones. No pueden solos, les hemos demostrado que se puede contar con nosotros, con lealtad a los compromisos, pero en contrapartida saben mejor que nadie que somos exigentes. Ha habido algunos desencuentros, pero ha habido muchos más elementos de acuerdo muy importantes, un Pacto de Recuperación como herramienta para sentar las bases del Aranjuez del futuro, un Pacto en el que estamos TODOS. Un Pacto que ya ha traído beneficios para ciudadanos y empresas. Ayudas que siguen necesitando nuestros ciudadanos. Sigamos acordando. Aprovechen esa unidad.