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PRESA MAR DE ONTÍGOLA PROPUESTA PLENO MAYO 2018.

PROPUESTA QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA ARANJUEZ (acipa) AL PLENO DE LA CORPORACIÓN SOBRE EL ESTADO DE MANTENIMIENTO DE LOS BIENES PATRIMONIALES DENOMINADOS MAR DE “ONTÍGOLA” Y “MAR CHICA”.

El pasado mes de marzo, desde acipa presentamos una propuesta con el propósito de acabar y poner fin al lamentable estado de conservación de un bien patrimonial de extraordinaria importancia para nuestra ciudad y para el Paisaje Cultural de Aranjuez, pese a que cae fuera del área declarada como tal. Vital no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también arquitectónico. Como ya dijimos en su momento, deberíamos estar hablando de su interés monumental, de la primera presa de gravedad de la edad moderna, elemento hidráulico del siglo XVI, obra de Juan Bautista de Toledo, Gerónimo Gili y Juan de Herrera, de los complejos y bien ejecutados sistemas de conducción de agua, su interrelación con otros bienes o monumentos hoy desconectados de la laguna (como el Arca del agua o la Fuente de la Reina) o las fuentes monumentales de nuestros jardines. Además, deberíamos estar hablando de su importancia medioambiental, de las singulares especies de flora y fauna que atesora, de las posibilidades que ofrece al visitante como sitio único de esparcimiento, incluso de su interés para la práctica de la pesca como sucede con otros espacios lacustres de nuestra Comunidad.

En lugar de eso, cada cierto tiempo, aparece esta reserva y la obra arquitectónica puesta como ejemplo de gestión. Como pésimo ejemplo de cómo las instituciones, cuando hacen dejación de funciones, acaban con bienes tan preciados como el que estamos describiendo. Decíamos en marzo que la gota que colmó el vaso fue el incendio de buena parte del carrizal aguas debajo de la presa, y esto sin tener en cuenta el progresivo deterioro de la presa en sí, la pérdida de sus sillares, aterramiento de elementos, filtraciones, hundimiento de la sección intermedia de tierra compactada… Todo esto añadido a la mala conservación de los aliviaderos y a la invasión de los mismos por el carrizal y lodo que provocan que tras cada episodio lluvioso se produzcan desbordes por coronación.

Esta última circunstancia es además excepcionalmente peligrosa. Ya en 2010, tras unos episodios excepcionalmente lluviosos, el Mar de Ontígola recibió unos aportes hídricos que provocaron un desborde por varios puntos, aunque sin alcanzar lo sucedido en 1990. Tras estos problemas de 2010 se acometió una actuación de urgencia, eliminando la capa de vegetación que tapaba el dique, acondicionando parcialmente el cauce del arroyo de Ontígola con una escollera de piedra y limpiando aliviaderos. Desde entonces no se ha acometido ninguna tarea de enjundia encaminada a evitar estos problemas periódicos.

En 2011 la situación comenzó a complicarse cuando la Dirección General de Aguas clasificó al Mar de Ontígola, a su dique, como presa de tipo A, en función de su riesgo potencial. Textualmente, el tipo A “corresponde a las presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o servicios esenciales, o producir daños materiales o medioambientales muy importantes” de modo que para evitar situaciones de peligrosidad y para garantizar un óptimo funcionamiento, se estimó una inversión no inferior a los 25 millones de euros que obviamente escapaba de las capacidades financieras del Ayuntamiento de Aranjuez, además de la poca capacidad del mismo para la elaboración de planes de contingencia ante posibles roturas o daños en la estructura de la presa.

En la comisión informativa celebrada el pasado viernes 16 de marzo se dijo por parte del equipo de gobierno que en septiembre de 2017 se habría reclasificado como presa de tipo C (daños materiales o medioambientales de “moderada” importancia) sin que hasta el momento se nos haya hecho llegar tal documento. Nos parece signficativamente importante tal rebaja en el nivel de peligrosidad, dado que el dique en estos años no solo no ha mejorado sino que ha visto proseguir su deterioro. En dicho pleno de marzo de 2018 se solicitó que se le hiciese llegar a cada portavoz de los diversos grupos de la corporación municipal estos informes, sin que en estos dos meses hayamos tenido respuesta positiva en este sentido.

En marzo de 2012, el Ayuntamiento de Aranjuez tomó la determinación de devolver al estado la titularidad del Dique (a Patrimonio del Estado) ante la imposibilidad de acometer las mejoras que la presa requería atendiendo a la peligrosidad de un mal funcionamiento. A finales de 2015 fue la Confederación Hidrográfica del Tajo la que consideró “urgente” acometer las obras de restauración de la presa (recordemos, data del siglo XVI) tras haber realizado unos estudios que ponían de manifiesto la inestabilidad de esta construcción. Además, hablaba de su falta de competencia en cuanto a la titularidad del dique de cantería, al repetir de nuevo que ya fue cedida por el Ayuntamiento a su propietario original, que era Patrimonio del Estado, en 2012.

La última noticia que hemos tenido sobre esta cuestión ha sido gracias al reciente artículo periodístico de 28 de abril de 2018. Bajo el nada evocador título de “El pequeño mar de Madrid que agoniza por una pelea burocrática” se desgranan todas las cuestiones por lo que creemos que esta propuesta que hoy traemos es más urgente y más improrrogable que nunca. Si hemos de hacer caso a la información periodística, hay tres posturas muy distantes entre sí.

Patrimonio del Estado, que fue el organismo afirma haber tenido contactos con el Ayuntamiento de Aranjuez durante estos años desde el acuerdo plenario de devolución, y que en dichos contactos han intentado “completar el proceso” que pasaba por comprobar si la conservación del monumento durante los años en los que ha estado en manos municipales “ha sido la adecuada”.

El Ayuntamiento de Aranjuez, que no dispone de medios económicos para mantener una presa tipo C, y muchísimo menos una tipo A, afirma por el contrario que Patrimonio del Estado no ha respondido en todos estos años y a la vez denuncia que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) no quiere acometer los arreglos necesarios “hasta que se aclare la titularidad”.

Por último, la Confederación Hidrográfica del Tajo se limita a contestar que de ellos solo depende el poder facilitar los trámites administrativos, y si hiciera falta, tramitar algún permiso.

Como decíamos, opiniones difícilmente conciliables. Las dos realidades: el deterioro prosigue y que su propietario, al que revertía, Patrimonio del Estado, no está llevando a cabo sus obligaciones. Mientras que la Comunidad de Madrid al menos sí hace su trabajo en lo relativo a la reserva, y que el Ayuntamiento recientemente limpió el aliviadero, el resto supone el paradigma del escapismo institucional, nos da igual quién.

Por todas estas razones, La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación las siguientes Propuestas, solicitando a la Alcaldía-Presidencia:

• Que haga llegar a los Grupos de la Corporación, en el plazo de una semana, la documentación relativa a la nueva clasificación de la presa del “Mar de Ontígola” y “Mar chica” por parte de la Dirección General de Aguas, así como de las diversas reuniones y contactos mantenidos entre el Ayuntamiento de Aranjuez y Patrimonio del Estado en relación con la citada presa.

• Exigir a Patrimonio del Estado, o en su caso del organismo que haya decidido que gestione el bien, la elaboración con la mayor premura de tiempo de los preceptivos planes de evacuación, así como la valoración del nivel de riesgo existente derivado del estado actual de la misma.

• Exigir a Patrimonio del Estado que en el plazo máximo de un mes comunique al Ayuntamiento de Aranjuez las medidas que tiene previsto adoptar para la eliminación completa de los riesgos derivados de su actual catalogación.

• Exigir a Patrimonio del Estado que las medidas reseñadas en el párrafo anterior se adopten a la mayor brevedad.

• Exigir a Patrimonio del Estado, actual titular, a conveniar con el Ministerio de Medio Ambiente la materialización de los diversos planes de regeneración paisajística y monumental de la presa, dentro del proyecto de recuperación de los sistemas tradicionales de riego.