PROPOSICIÓN QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA ARANJUEZ (acipa) AL PLENO DE LA CORPORACIÓN PARA ESTUDIAR LA ELABORACIÓN DE UNA ORDENANZA ESPECÍFICA SOBRE SEGURIDAD, LIMPIEZA Y ORNATO DE LOCALES ABANDONADOS.
- 2021/06/09 10:26:24
Si muchas han sido las veces que hemos hablado de movilidad y de planes para hacerla más viable y sostenible, no han sido menos las ocasiones en las que hemos hablado de la problemática que atraviesa nuestro comercio.
Seguimos insistiendo en la misma idea, y seguimos teniendo las mismas sensaciones. Consideramos que el recinto histórico de Aranjuez sigue siendo uno de los espacios más agradables para el comercio en toda la Comunidad de Madrid. Un espacio delimitado por Reina al norte, Valera a poniente, Paseo del Deleite-Avenida Plaza de Toros al sur y Foso a oriente que encierra 100 hectáreas de calles de trazado rectilíneo, arboladas, parterres, bulevares y plazas, que cuenta además con la máxima protección, al estar dentro del espacio declarado Patrimonio Mundial.
Al igual que en lo referente al sector industrial, año tras año, década tras década no hemos sabido poner soluciones a problemas que, analizados fríamente, no dejan de ser los mismos de siempre. A nivel turístico seguimos sin conseguir que el turista penetre en el casco, que lo vea apetecible o al menos tan digno de ser visitado como los Jardines y el entorno del Palacio Real-Plaza de San Antonio. Seguimos siendo incapaces de revertir el despoblamiento del casco, y seguimos contemplando con impotencia como muchas edificaciones se deterioran a ojos vista. La fragmentación de la propiedad, la incapacidad económica para conservar y, sobre todo, la incomprensible (lo dejaremos aquí) actitud y políticas ultraconservadoras de la Comisión Local de Patrimonio Histórico hacen que el casco histórico se momifique. Hay muchos recintos históricos que lamentablemente han perdido el pulso vital, al transformarse casi en museos urbanos, en un escenario o atrezzo para los turistas, más que una ciudad viva. Nuestro problema no es ese, el problema es que, sencillamente, se nos cae a trozos y cuando alguien osa ponerle remedio, aparecen todas las trabas habidas y por haber.
Desde acipa, al igual que otros grupos políticos, así como los sucesivos equipos de gobierno (pues el problema es evidente) se han propuesto o se han puesto en marcha algunas medidas, aún sin éxito demostrado. En esta legislatura se ha creado una concejalía propia de casco Histórico para atender a las singularidades administrativas de este recinto, y recientemente hemos sabido que ya se ha terminado la elaboración del catálogo de bienes protegidos (que afectará a más de 200 edificios y bienes del casco histórico) como paso previo a la elaboración del Plan Especial del Casco Histórico, con el objetivo último de compatibilizar la máxima protección con que el centro sigua siendo, o vuelva a ser, una ciudad viva. La falta de vecinos y la ruina de los edificios es absolutamente letal para el comercio y para cualquier actividad que tenga cabida en su seno.
Paralelamente, las asociaciones comerciales han puesto en marcha iniciativas en búsqueda de sinergias y experiencias compartidas con otras asociaciones equivalentes en otras ciudades históricas o con cascos históricos. Sin embargo, la pandemia y sus devastadores efectos económicos han supuesto un nuevo mazazo en un momento en el que se podía haber aprovechado una coyuntura económica más favorable, ya alejados de las turbulencias financieras de principios de la década pasada.
Lo mollar sigue estando pendiente. El Plan de Gestión (donde tienen que “mojarse” de una vez por todas las administraciones con bienes y responsabilidades en Aranjuez) el Plan Especial y el reto de agilizar trámites y licencias siguen siendo objetivos que se antojan complicados de lograr. Esto quiere decir que, en aquello que concierne a nuestro municipio y depende de nuestro propio ordenamiento jurídico, debemos ser extremadamente proactivos y, por qué no, fijarnos en las experiencias que han tenido cierto éxito.
En febrero de 2017 presentamos a este Pleno una iniciativa para poner en valor la larga decena (ya son alguno más de 15) de solares abandonados en pleno corazón de Aranjuez. Iniciativa que ha tenido éxito en otras ciudades, en las que contó con la colaboración de facultades universitarias como la de Bellas Artes. Aquí fue rechazada amplísimamente por la casi totalidad del Pleno, y si bien podía haber razones legales para materializarla tal y como estaba concebida, parece ser que no se hizo ni el más mínimo gesto para indagar sobre la cuestión y ver cómo ponerla en práctica de alguna manera. Y si se hizo, al menos no tenemos constancia de ello.
Ahí siguen los solares, cada día más abandonados, y aún cuando el propietario recibe algún requerimiento y lo valla o lo limpia de aquella manera, el aspecto general que ofrecen es muy deficiente. Y repetimos, eso cuando cumplen los requerimientos… Los solares, la degradación urbana aparejada, los elementos urbanos obsoletos (sabemos que se trabaja en su retirada, pero aún siguen ahí buena parte de ellos) y los locales comerciales obsoletos forman una combinación que requiere los máximos esfuerzos para su erradicación.
Además de la centrifugación poblacional a la periferia y el envejecimiento de la población residente, hay que poner en la picota el problema de los locales comerciales abandonados. Las zonas tradicionalmente más comerciales de Aranjuez albergan muchos establecimientos ya abandonados. Aunque hay ilustres excepciones y hay emprendedores que deciden recuperarlos para crear empleo y riqueza, la pandemia ha hecho que muchos hayan tenido que bajar la persiana definitivamente. Y eso, unido a la situación que ya teníamos de partida, exige la adopción de soluciones contundentes. Y si bien desde el punto de vista económico tenemos problemas para ofrecer incentivos duraderos (más allá del Plan de Recuperación) desde otros ámbitos tenemos el deber de frenar la degradación que presentan muchos de estos espacios, ante el completo y negligente pasotismo de sus propietarios.
Muchos locales comerciales cerrados están en buen estado, aún estando vacíos, presentando alteraciones que no serían imputables a sus dueños (vandalismo urbano, los problemas derivados de estar a la intemperie…) pero otros tantos presentan un aspecto lamentable. Algunos van aún más allá y casi nos atreveríamos a decir que repugnante, alterando el entorno y no solo desde el aspecto visual, sino también desde el olfativo.
Especialmente sangrante es el estado de algunos locales, precisamente en una de las zonas comerciales por excelencia de nuestra localidad, la Calle Stuart, y en especial su parte norte. Una zona que debería bullir de actividad y que sin embargo lleva años atravesando una situación preocupante. Pero lo peor, insistimos, deriva de la presencia de establecimientos cerrados, llenos en algunos casos de basura, en otros repletos de escombros, parcialmente abiertos a la calle, albergando colonias de gatos sin ningún control sanitario (eso, al menos, que sepamos) y provocando quejas tanto de vecinos como de otros comerciantes.
Por si fuera poco, algunos elementos arquitectónicos accesorios a estos locales (como las tradicionales marquesinas que los cubren) presentan un estado visual poco tranquilizador. Tenemos constancia que tras Filomena (ante las grandes cantidades de nieve acumulada) se procedió a su revisión, pero pese a ello su progresivo deterioro avanza.
Como este no es un fenómeno exclusivo de nuestra ciudad, muchas otras (calles tan emblemáticas de España, como Gran Vía, Preciados, Portal de l'Àngel en Barcelona, El Coso en Zaragoza, Maisonnave en Alicante y muchas otras…) han sufrido el cierre de establecimientos, algunos muy emblemáticos y preparan una batería de medidas para al menos minimizar la degradación que se pueda producir hasta que su reapertura.
Nuestro Plan General, como muchos otros de otras localidades, en su punto 3.4.21 (Normas Generales, Condiciones Generales de la Edificación, Obras de conservación de los edificios…) habla del deber de conservación de fachadas de edificios públicos y privados, así como medianerías y paredes contiguas al descubierto… en las debidas condiciones de higiene y ornato. Es más que evidente que esto no se cumple en demasiadas zonas de nuestra ciudad, en especial en edificaciones privadas abandonadas, vandalizadas y/o usurpadas, y ya en muchas ocasiones hemos traído a colación esta circunstancia. Sin olvidar que otras están en manos de administraciones públicas, incluso aquellas que tienen una capacidad económica muy superior a la nuestra.
Dejando esto de lado, y sabiendo que precisamente los poderes públicos son los primeros que deben ser ejemplares (y cumplir las normas por las que todos debemos regirnos) quizá sea interesante (y sin caer tampoco en el exceso de normativa) apostar por regular los aspectos arriba referidos de una forma mucho más específica.
Ya hay municipios que, aún teniendo normativas análogas a las nuestras, están apostando por crear ordenanzas para velar por el buen estado, limpieza, ornato y dignidad debidas de todos aquellos establecimientos comerciales que se encuentren vacíos. Esto es, un marco legal específico que regule la seguridad, limpieza y ornato de fachadas e interior de los locales abandonados, o incluso, y esto es lo novedoso, dentro de futuras ordenanzas de convivencia vecinal. En algunas ciudades, caso de Huesca, han sido las propias asociaciones de comerciantes las que lo han solicitado, al entender que las normativas existentes carecen de la fuerza necesaria para poder hacerse efectivas. Y lo hacen entendiendo que, puede haber locales vacíos, pero no por ello deben estar abandonados o dejados a su suerte.
Mientras se redacte, o no, esta ordenanza o proyecto de ordenanza, creemos que se pueden estudiar también otra serie de iniciativas. Algunas ya las hemos expuesto aquí, otras pueden ser más novedosas, y otras perfectamente podrían ser debatidas en el Consejo de Comercio. Nos limitaremos, por no hacer más engorrosa la lectura, a detallar de manera sucinta, algunas acciones que podrían tener interés.
Como por ejemplo un necesario acuerdo, convenio o la fórmula que se estime (lo ideal sería algo con vocación de permanencia en el tiempo) con la facultad de Bellas Artes de nuestra Universidad Juan Carlos I (porque es “nuestra” universidad) para que los futuros artistas de variadas disciplinas colaboren en el embellecimiento de nuestra ciudad y que Aranjuez sea una materia universitaria más, y no solamente un lienzo en el que poder trabajar. Trabajar con Patrimonio Nacional y Patrimonio del Estado (sabemos que se hace, pero perseverando aún más) en la apertura y puesta en valor de sus locales, siempre respetando los valores monumentales que puedan tener sus inmuebles. Estudiar, en el caso de ser solicitado, la cesión temporal del uso de escaparate, permitiendo a comercios en activo ampliar su presencia en zonas del casco histórico, potenciando su visibilidad) y por supuesto, mejorando la prestación de servicios públicos y apostando por dar una solución, de una vez por todas (y contemplando usos alternativos) al que fuera concebido como aparcamiento de la calle del Rey (con las acciones oportunas para adaptar el potencial uso a la legalidad)
Todas estas cuestiones podrían tener cabida y ser debatidas en una próxima convocatoria del Consejo Asesor de Comercio y Hostelería de Aranjuez, donde entendemos que todos los grupos políticos tendrán propuestas importantes que aportar, para que puedan ser también debatidas con los agentes sociales.
Por todo ello, La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación las siguientes Proposiciones, solicitando al Equipo de Gobierno:
- Que se estudie por parte de los servicios técnicos municipales la elaboración de una ordenanza específica de seguridad, limpieza y ornato de las fachadas así como interior de los locales cerrados y/o abandonados, o bien mediante un artículo específico dentro de la futura ordenanza de convivencia.
- Que se convoque con la mayor brevedad posible el Consejo Asesor de Comercio y Hostelería para valorar acciones para valorar aquellas iniciativas destinadas a mejorar las prestaciones que ofrece el Casco Histórico para estas actividades.