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ACUERDOS DE LAS COMUNIDADES DE ESPALDAS AL RÍO TAJO.

EL MINISTERIO DE AGRICULTURA “BLINDA” A PERPETUIDAD EL TRASVASE TAJO-SEGURA CON EL FIRME APOYO DE LA COMUNIDAD DE MADRID Y EL INEXPLICABLE SILENCIO DEL EQUIPO DE GOBIERNO DE ARANJUEZ.

El pasado día 16 de octubre, el Ministerio de Agricultura alcanzaba un acuerdo con las cinco comunidades autónomas dependientes del Tajo, la de Madrid entre ellas, para perpetuar el Trasvase Tajo-Segura y herir de muerte de manera definitiva las aspiraciones de elevar el caudal ecológico y mejorar las condiciones de nuestro río. Un acuerdo que resulta tanto más inexplicable cuando se suman a él regiones como la madrileña que es una de las más directamente afectadas y perjudicadas por la existencia del trasvase Tajo-Segura.

El acuerdo alcanzado supondrá dar rango de Ley al memorándum de entendimiento que en su momento firmaron, a espaldas de la cuenca cedente, el ministerio de Agricultura y los gobiernos valenciano y murciano para salvaguardar a cualquier precio el trasvase. Un acuerdo que supone, ahora aún más que antes, en las formas y en el fondo un fraude y una monumental tomadura de pelo a los ribereños de toda la cuenca del Tajo. Un fraude en las formas porque el memorándum se ha estado fraguando a espaldas de los ciudadanos, que han aportado más de doce mil alegaciones a un plan de cuenca del Tajo que ya nace muerto pues se verá radicalmente subordinado al documento que se acaba de aprobar.

Y si la aprobación de este memorándum es un fraude en las formas, lo es todavía más en el fondo. A cambio de una pírrica elevación de la reserva estratégica (de 240 a 400 hectómetros cúbicos, considerando “excedentario” todo lo que rebase el 16% de la capacidad total de cabecera, ya de por sí insuficiente para mantener un río en buenas condiciones) que además no entraría en vigor inmediatamente, sino que habría de esperar 5 años a razón de 32 hm3 de subida al año, el acuerdo supone sacar el trasvase Tajo-Segura del Plan Hidrológico del Tajo convirtiendo su borrador en papel mojado; Supone que el control de los desembalses deje de corresponder únicamente a la Confederación Hidrográfica del Tajo para hacerlo también de una comisión central de explotación, con lo que el control del trasvase desde Levante será aún mayor si cabe, priorizando en la práctica sus necesidades sobre las de la cuenca del Tajo, supone que los envíos de agua se automaticen a partir de ciertos volúmenes de agua, existiendo la posibilidad de trasvasar más agua que nunca (cantidades bárbaras de hasta 650 hectómetros cúbicos, el doble de la media anual, cuando los embalses apenas superen un 59% de su capacidad, evitando su regeneración y haciendo perpetuar su situación agónica actual, alienta y promueve la venta de derechos de agua con el consiguiente perjuicio para nuestra agricultura y paisaje, renuncia a más de 160 hectómetros de agua procedente de la desalación (con lo que los volúmenes procedentes del Tajo no se reducirán jamás) y por último, fulmina las aspiraciones de Aranjuez para aumentar el caudal ecológico, quedando este fijado en unos ridículos seis metros cúbicos por segundo, que por añadidura supone conculcar la Directiva Marco de Agua que demanda una buena calidad hídrica.

Pilar Quintana, concejal portavoz de acipa, asegura que “en nuestras alegaciones ya advertimos que el memorándum contenía medidas muy perjudiciales para los intereses de Aranjuez, que debía ser derogado al tratarse de un documento ajeno al plan de cuenca y por tanto no sometido a información pública con él, y que además cuenta con la capacidad de modificarlo sustancialmente. Es grotesco que, sin esperar siquiera a que se resuelvan las más de 12.000 alegaciones presentadas por ciudadanos y asociaciones el Ministerio y cinco gobiernos autonómicos (entre ellos el de Madrid) hayan decidido blindar el trasvase y condenar al Tajo a una eterna agonía. La Comunidad de Madrid se ha desentendido una vez más de Aranjuez ante el inquietante silencio del equipo de gobierno. Desde acipa le demandamos que se ponga al frente de su ciudad para dar la batalla por el Tajo y poder parar esta enorme tropelía porque aquí ya no caben más fuegos de artificio ni medias tintas. Nos jugamos nada menos que la supervivencia de nuestra ciudad.”