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ALEGACIONES PUENTE LARGO

Don Jesús Mario Blasco Blanco, en representación del Grupo Municipal de ACIPA, ante el Excmo. Ayuntamiento de Aranjuez comparece y como mejor proceda DICE, que se encuentra en exposición pública, según el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del 11 de septiembre de 2018, en el que se concede un plazo de 45 días hábiles, a partir del día siguiente de la publicación del anuncio, para presentar sugerencias, observaciones o reclamaciones; trámite que venimos a realizar mediante este escrito y a tal efecto. EXPONE:<br>

Tras la aprobación del Documento Inicial Estratégico, Avance del Plan de Sectorización y Parcial de la Actuación Urbanística de Puente Largo, desde acipa consideramos que, si bien las Alternativas 0 (mantenimiento de la situación actual, sin promover la sectorización de los suelos) y 1 (primera versión del Avance del Plan de Sectorización, construyendo casi 7.000 viviendas y ocupando la totalidad del ámbito de 286 hectáreas) son propuestas de máximos antagónicos, al menos se debe alcanzar un equilibrio entre ambas. Equilibrio que la alternativa 2 (reducción del ámbito a 226 hectáreas, reducción de la vivienda hasta una relación 30-70 con respecto al suelo productivo) entendemos no llega a alcanzar, siendo a nuestro juicio excesivo todavía el número de viviendas. Un sector de suelo residencial que, por su ubicación sobre las áreas de mayor valor medioambiental, entendemos no debe desarrollarse, al menos reduciéndolo hasta el límite.

No obstante, consideramos que nuestra ciudad necesita un espacio para el desarrollo de iniciativas e inversiones tecnológicas y terciarias, siempre de manera compatible con la conservación de las zonas medioambientalmente más valiosas, y siempre que se cuente con las infraestructuras que permitan su óptimo funcionamiento y le confieran ventajas competitivas para poder atraer dichas inversiones. Situación que, insistimos, no se da ni se recoge en el documento sometido a aprobación inicial, por lo que desde acipa queremos presentar una serie de alegaciones o consideraciones para mejorar el documento de sectorización.

Antecedentes:

El Programa de Actuación Urbanística (P.A.U.) de Puente Largo es uno de los tres grandes desarrollos “extramuros” (a diferencia de los ensanches residenciales de la ciudad histórica) recogidos en el Plan General de Ordenación Urbana de Aranjuez (1996) Todos grandes estos desarrollos (Montaña, Cabezadas y Puente Largo) con extensiones de la mancha urbana superiores en cada caso a las 200 hectáreas tienen y tendrían un fuerte impacto sobre el medio físico del término municipal, así como en los sistemas de comunicación urbanos e interurbanos.

Ya hemos resaltado en numerosas ocasiones que Aranjuez, por sus características físicas y administrativas es un caso especial dentro de tramitaciones urbanísticas al uso, si es que puede usarse con propiedad esta denominación, dentro de la idiosincrasia de cada territorio. ¿Por qué consideramos que es un caso especial? Ninguna ciudad de la Comunidad de Madrid alberga una extensión semejante capaz de gozar de la máxima protección ambiental y monumental. El Paisaje Cultural de Aranjuez (desde 2001, Patrimonio de la Humanidad, y desde 2015, Lugar de Excepcional Valor Universal) comprende aproximadamente 100 hectáreas de ciudad barroca (mayor que el recinto histórico universitario protegido de Alcalá de Henares) el Palacio Real y los Jardines históricos (Jardines del Príncipe, Isla, Parterre, Rey, Isabel II) Paseos Históricos, Sotos y Huertas (Legamarejo, Picotajo, El Rebollo) que en conjunto suman más de 2.047,5 hectáreas. A todo ello cabe añadir la existencia de una zona protegida o tampón que embebe el área Patrimonio Mundial, que se corresponde prácticamente con la totalidad del término municipal (más de 16.600 hectáreas)

Por si fuera poco, hay que tener en cuenta los elementos paisajísticos que dan coherencia y que han contribuido a la misma génesis del Paisaje, como el río Tajo y el resto de cursos de agua que delimitan y articulan dicho paisaje, accidentes geográficos como las pequeñas elevaciones que rodean la ciudad por sureste y suroeste, y que enmarcan a su vez entornos también singularmente protegidos, como las reservas naturales de El Regajal-Mar de Ontígola.

A la vista de estos datos, una de las primeras cosas que debería atraer nuestra atención, es la importancia de las fechas. El Plan General de Aranjuez, el documento capital que recoge los instrumentos y estrategias de transformación del término municipal de Aranjuez, es cinco años anterior a la inscripción del Paisaje Cultural de Aranjuez en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad. Esto nos lleva a la observación escrupulosa de lo recogido en el Plan General de 1996, como no podría ser de otra manera, pero a llevar aún más allá la observancia de estas prescripciones, a fin de que el desarrollo de Aranjuez no solo no menoscabe los Bienes protegidos, sino que sea una herramienta de protección en sí misma. Lograr que nuestra ciudad crezca sosteniblemente, avance y proporciones bienestar a sus habitantes es una empresa compleja, pero no imposible, siempre que lo que se persiga sea ese interés común, y no solo el de unos pocos.

Magdalena Merlos, en Paisaje Cultural de Aranjuez y Patrimonio Mundial: Seducción, Declaración y Compromiso, ponía de relieve diversas situaciones y retos a los que se enfrentaba el Paisaje, como los problemas derivados del Trasvase Tajo-Segura, las polémicas acerca de la rehabilitación de espacios como el Raso de la Estrella, la pérdida de patrimonio arquitectónico por el derribo continuado de edificios históricos del casco, así como el impacto visual de grandes actuaciones urbanas como el (entonces) PAU de la Montaña… En esta ocasión, siendo una realidad muy consolidada el hoy barrio, hablamos de una continuación o expansión urbana de este núcleo, con la salvedad de que en esta ocasión hablamos de un desarrollo mixto (residencial y productivo)

Conviene hacer un breve recorrido histórico sobre el interés urbanizador en estas terrazas del curso bajo del Jarama. La percepción de Aranjuez como ciudad expansiva (premisa revelada errada con el paso de los años) propició la aprobación del Plan General de Aranjuez en 1968 por la Comisión del Área Metropolitana. Este plan, extremadamente agresivo, que obvió los valores medioambientales y monumentales de la ciudad para conferirle un mero plan de comparsa dentro de los polos de descongestión de la capital. Proponía un núcleo urbano alargado en relación primordialmente con el curso del río Jarama, pero eso sí, “perfectamente comunicados por carretera y ferrocarril”. Hay que reseñar el Plan Parcial de Ordenación de Puente Largo (1967) de los arquitectos José Pérez de Regules, Carlos Ferrán, María Pérez Sheriff y José López Candeira, que se vería continuado con el Plan Parcial Finca de Puente Largo (1975) así como el previsto de Soto de las Cuevas (1982) o el Plan Parcial Finca Cuartel de la Montaña o Mira el Rey.

Ese primitivo Plan de Puente Largo contemplaba la creación de 155 hectáreas de suelo residencial y 84 hectáreas de suelo industrial de un total de casi 240 hectáreas, con una previsión de creación de empleos de aproximadamente 10.000 puestos de trabajo. La antigua carretera de Cádiz sería convertida en autopista y las zonas residenciales se verían convenientemente aisladas por un “colchón vegetal” reservando dichas áreas para aquellas zonas con menor pendiente, siendo las zonas norte y oeste como zonas de defensa forestal. El horizonte poblacional de este desarrollo sería de alrededor de 35.000 habitantes, no autosuficientes, pues tendrían que abastecerse del núcleo principal, el casco histórico.

Como veremos, reminiscencias de este bárbaro desarrollo aparecerían en planes muy posteriores, incluso, posteriores a la declaración de Patrimonio de la Humanidad, lo que sin duda no habla demasiado bien de aquellos que pretendieron desarrollarlos. El beneficio de una minoría antepuesto a los intereses generales.

Conviene no obstante aclarar, dentro de estos antecedentes y consideraciones generales el propósito que motiva la presentación de estas alegaciones al nuevo documento estratégico. Aunque más adelante desarrollaremos por qué no nos decantamos por la Alternativa 0, sí adelantamos que desde acipa creemos que Aranjuez debe aprovechar la oportunidad de transformar los terrenos de Puente Largo. El matiz con la propuesta del gobierno es el cómo, la forma y el objetivo final, no el desarrollo en sí mismo. Para contemplar estos efectos no hay más que retrotraernos al anterior Plan General, el de 1982.

Un Plan General que, pese a presentar algunos aspectos positivos, constriñó y limitó completamente el desarrollo económico local hasta límites insoportables. El hundimiento del sector de la construcción (que llega a experimentar tasas por debajo incluso de municipios como Villaconejos) el olvido de la pujanza comercial e industrial para asimilar Aranjuez a una especie de San Lorenzo del sur, provocó el estancamiento demográfico y económico de la ciudad. A este nefando Plan General se sumaron las no menos nefandas políticas de Eduardo Mangada, derivando a la corona metropolitana y al corredor del Henares cada iniciativa de creación de empleo e inversión que posaba sus ojos en Aranjuez.

Tras la redacción y aprobación de un nuevo instrumento de planificación, el Plan General de 1996
(el que aún está vigente y sobre cuyos postulados se redacta el actual documento de sectorización) se intentan revertir algunas de las carencias del Plan de 1982. Las propuestas de los diversos partidos políticos y grupos municipales se suceden con los años, en especial en 2003. El Partido Socialista propone la creación de un recinto ferial para exposiciones y congresos (en un espacio que ya contaría con 2.000 viviendas y la creación de 9.000 puestos de trabajo según se recoge en la propia memoria del PGOU de 1996) Con el devenir de los años y al calor de la burbuja inmobiliaria, se propone una nueva sectorización en 2006, donde la entidad pública empresarial del suelo SEPES planea la construcción de 4.170 viviendas, de uso global residencial terciario, alcanzándose un número total de viviendas de 6.800. Un planeamiento absolutamente demencial, temerario a la hora de incumplir lo contemplado en el propio Plan General vigente. Tanto es así que los mismos gobiernos que lo propusieron acabaron desistiendo del mismo y apostando por un modelo algo más sostenible (2010), con un 70% del desarrollo dedicado a uso industrial, y un 30% restante para residencial, en su mayoría viviendas protegidas. El protocolo, la firma del mismo, fue presidido por la entonces Ministra de Vivienda, Beatriz Corredor. Dicho documento también vinculaba el nuevo uso del suelo industrial, al protocolo suscrito entre la Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Aranjuez e INDRA Sistemas S.A. el 31 de octubre de 2009 para dar cabida a las nuevas instalaciones de la empresa, localizándose para ello un área tecnológica capaz de albergar estas en el nuevo desarrollo de Puente Largo.

Analizando la evolución de cada uno de los ámbitos hasta el nuevo documento de sectorización (muy similar al último de 2010, pero que adolece de sus mismos problemas) podemos decir sin embargo que, entre el desarrollismo de los 60, el encapsulamiento de la ciudad de los 80, y los intentos expansionistas ligados al ladrillo de principios de 2000 hay alternativas intermedias, dado que ninguna de las anteriores respondía a las necesidades de la ciudad ni tenía en cuenta sus potencialidades ni aquellos elementos dignos de ser conservados.

Es por este motivo por el que presentamos una serie de alegaciones, con un doble fin: poder desarrollar un espacio que dé cabida a proyectos de crecimiento económico estratégicos para Aranjuez, resolviendo los problemas actuales derivados de la falta de terreno productivo, pero a la vez siendo capaces de compatibilizar la existencia de elementos dignos de ser preservados, cuando no incluso mejorados. El ámbito de Puente Largo no es un lienzo en blanco, sino que alberga a día de hoy una serie de elementos naturales y de interés, natural, arqueológico, paisajístico y hasta etnográfico… que deben ser protegidos e integrados en el nuevo desarrollo, haciendo depender este de su presencia y preservación; nunca al revés. En suma, la posibilidad de tener un espacio único en España (ligado al conocimiento, el ocio o la cultura) o tener por otro lado un PAU más, como tantos existentes en los alrededores de Aranjuez (y compitiendo en franca desventaja con ellos)

ALEGACIONES:

Inadecuada integración con la actual estructura de organización municipal.

El propio Plan general de Ordenación Urbana de 1996 indica en su memoria, en lo referente a los Programas de Actuación urbanístia (PAU) del norte de la ciudad (“La Montaña” y el referido, “Puente Largo”) que las líneas maestras y bases estructurantes que deben regir estas actuaciones deben hacerlo en base a una adecuada integración con la estructura de la ordenación municipal. La necesidad de dirigirlos a un desarrollo sostenible ante la problemática derivada de su situación geográfica, su cercanía a lugares de interés medio ambiental y a la accesibilidad al núcleo principal de Aranjuez. De este modo, las alegaciones pueden subdividirse a su vez en cuatro consideraciones fundamentales:

1. Afecciones a la movilidad interna e interurbana.
2. Afecciones a las áreas urbanas contiguas.
3. Afecciones al patrimonio medioambiental.
4. Afecciones al patrimonio cultural y arqueológico.

1. Afecciones a la movilidad interna e interurbana.

Si acudimos de nuevo a las prescripciones recogidas en el PGOU de 1996 para Puente Largo, encontramos en las “Condiciones para su ejecución” en concreto en el tercer punto: c) El Programa de Actuación Urbanística, incluirá un estudio de transporte y tráfico. En él, se estimará la demanda de transporte que generen los desarrollos previstos, su incidencia en la red de infraestructuras viarias y, en su caso, las medidas previstas para evitar el aumento de la congestión circulatoria. Si nos vamos a las conclusiones previas en los procesos de redacción del propio PGOU, se habla de la problemática de los nuevos desarrollos y su accesibilidad. Más concretamente, se dice que por la incorporación a las dinámicas metropolitanas graviten sobre el término municipal una serie de demandas metropolitanas para la localización de algunos usos, demandas que han ido concretándose en una serie de programas de desarrollo. El desarrollo de estas propuestas conjuntamente (en las dos actuaciones al norte de la ciudad, Montaña y Puente Largo) podía suponer más de 4.000 viviendas y 450.000 metros cuadrados de edificios dotaciones y productivos (salón tecnológico, universidad, etc…) y tendría fuertes impactos sobre la movilidad en Aranjuez, tanto en sus relaciones con el área metropolitana como en los flujos internos del municipio.

El eje que articularía estos flujos, tanto interna como interurbanos es el de la antigua N-IV (la antigua Calle Larga y Carretera de Madrid) tiene dos cuellos de botella muy importantes. Al sur, constituido por el conjunto Puente Barcas-Plaza de Santiago Rusiñol y al norte, el propio Puente Largo. Cabe destacar que ambos elementos poseen un marcado carácter monumental (el primero, da acceso al auténtico salón o recibidor barroco de la ciudad, el conjunto formado por el Jardín del Parterre, el tridente este y la Plaza de San Antonio, y el segundo es un puente del siglo XVIII que a duras penas sería capaz de absorber mayor volumen de tráfico)

A todo esto hay que añadir más factores limitantes. Los cuellos de botella antes descritos no tienen fácil solución. El casco histórico de Aranjuez está rodeado por el norte por una banda de elementos medioambientales e histórico-artísticos que impiden la creación de un acceso alternativo a la ciudad por estas zonas. Recordemos que alternativas contempladas en 1996 como el acceso a la ciudad por el Puente Verde, utilizando como plataforma el acceso por la Plaza de Pical del Rey (Puerta Cirigata) y Paseo del Rey, desembocando en la Plaza de Coroneles, calle Toledo, Jacinto Guerrero y Oropéndola…) han sido fuertemente contestadas con informes de impacto ambiental negativos (como por ejemplo cuando fue propuesta esta actuación en el Plan de Ordenación Hidráulica del Tajo de 2002-2003)

Otra dificultad es la de poder dotar a los nuevos desarrollos de una conexión ferroviaria, o en su defecto de una adecuada conexión viaria con la estación de ferrocarril, que requeriría un notable rodeo por el casco, y un incremento de la presión de tráfico en el casco urbano. Nótese que estas contraindicaciones se hacían cuando la ciudad tenía 20.000 habitantes menos, no estaban contemplados desarrollos como el de Agfa y el volumen conjunto de viviendas de Montaña más Puente Largo se estimaba en unas 4.000. Con el planteamiento propuesto, la cifra podría ascender a más de 5.500 conjuntas. A todo ello hay que añadir la presencia de infraestructuras de carácter comarcal como el Hospital del Tajo (cabecera de un área sanitaria que comprende Aranjuez, Chinchón, Colmenar de Oreja, Villaconejos y Valdelaguna) un centro comercial de más de 150.000 metros cuadrados con un área de influencia de más de 150.000 habitantes y la posible creación de 1.000 puestos de trabajo, la posible instalación del SECRIM en la parcela 519 del barrio de la Montaña, con la posible creación 400 puestos de trabajo y el aumento de población propio de este barrio, hoy ya habitado por más de 6.000 vecinos (con un horizonte poblacional de 10.000 habitantes)

Si el anterior Plan de sectorización de Puente Largo obviaba en medida la resolución de las comunicaciones hacia el sur (con el agravante de que preveía la construcción de 7.000 viviendas, y no el máximo de 2.500 actuales) en este caso, aún con menos de la mitad de las viviendas previstas, obvia las comunicaciones con el sur pero también con el norte. SEPES, en el Plan de 2006, enumera una serie de infraestructuras necesarias para la comunicación del sector:

a) Nueva Comunicación y nudos de enlace con la A-4 y la M-305.
b) Nuevo Puente sobre el río Jarama.
c) Hinca bajo la actual línea de ferrocarril para paso de una nueva red viaria que enlace A-4 con la antigua N-IV.
d) Nuevo apeadero de ferrocarril.
e) Aparcamiento disuasorio anexo a la nueva estación de ferrocarril.
f) Expropiaciones de suelo.

Si bien la financiación que iba a aportar el organismo gubernamental era claramente insuficiente, en el caso del documento estratégico actual las medidas que se proponen son aún más insuficientes (con menos viviendas, pero con más elementos atractores de vehículos, como los antes enumerados) La explicación basada en una posterior concreción no es convincente, pues ya conocemos por experiencia que las viviendas suelen llegar con mucha mayor antelación que las infraestructuras. Recordemos que los vecinos de la Montaña todavía no pueden hacer uso de tres de las glorietas proyectadas con el barrio en 2003, sencillamente porque a día de hoy no están todavía construidas. Es más, ni siquiera la obra de aumento de capacidad del acceso norte (Puente Barcas-Santiago Rusiñol) está completada y recepcionada, lo que nos hace ser todavía más escépticos (si cabe) ante las soluciones aportadas en el documento estratégico. Ni tan siquiera optando por una mejora de los accesos al cercano apeadero de Seseña (el cual tampoco tiene visos de ser recuperado en los planes de Fomento respecto a la mejora de Cercanías)

En cuanto a la infraestructura del Puente Largo, hemos reiterado en multitud de ocasiones que su estado dista mucho de ser óptimo. Más aún, su notable degradación arquitectónica aconseja una actuación integral sobre el mismo, e incluso, que se comiencen a articular los medios necesarios para su desdoblamiento. Una actuación similar a la realizada en la cercana Titulcia, eliminando la presión de tráfico sobre el Puente de Hierro. Por su complejidad y elevado coste, que aún no haya sido contemplada nos lleva a pensar que se pretende hacer gravitar todo el incremento de tráfico sobre la infraestructura actual y sobre la M-305, elevando notablemente los más de 23.000 que pasan diariamente por el actual vado.

Las graves limitaciones antes descritas son de muy compleja solución, lo que sin duda conllevaría larguísimos trámites y estudios (recordemos que llevamos un cuarto de siglo de trámites para la construcción de unas pasarelas de madera peatonales, como Puente Verde, Puente de la Reina o Embocador) grandes inversiones económicas y en ningún caso estarían listas en el medio plazo, por lo que comprometerían seriamente la movilidad en los ejes de la calle Larga y Carretera de Madrid, los viales del barrio de la Montaña y los accesos por Puente Largo y Puente Barcas. Ante esta problemática, no cabe en nuestra opinión más solución que la adaptación del desarrollo del ámbito al desarrollo de las infraestructuras de comunicación (cosa que en cualquier caso deberá suceder por imperativo de la propia Comunidad de Madrid), además de la reducción a los mínimos legales del parque de viviendas previsto en el documento.

2. Afecciones a las áreas urbanas contiguas.

El nuevo sector delimitado por el presente Avance comprende una superficie superior a las 226 hectáreas, toda vez que de los planes anteriores se han eliminado aquellas zonas al oeste de la antigua M-305 (zona aledaña a las Tejeras y Soto de la Eustaquia, en las inmediaciones del río Jarama) incluyendo los terrenos ocupados por la antigua N-IV y M-305 (que se corresponden con los históricos accesos de la Calle Larga y Carretera o Camino de Madrid) la zona forestal entre los dos viales. La vía pecuaria o Cordel de Titulcia separa a su vez dos ámbitos diferenciados, uno de forma vagamente trapezoidal al norte, de 250.000 m2 y otro espacio de mayores dimensiones al sur, delimitado por poniente por antigua M-305, al sur con el barrio de la Montaña y al este con la vía pecuaria de Vadillo de los Pastores. Este espacio es el mayor del ámbito, ocupando más de 200 hectáreas.

Como bien se recoge, por otra parte, en el documento de sectorización, la ordenación del lugar no puede considerarse aisladamente, sino que debe enmarcarse dentro del amplio contexto urbanístico y natural de Aranjuez (ciudad histórica de Aranjuez, huertos y jardines, cauces, sotos, vegas… en suma el Paisaje con mayúsculas de Aranjuez) al que este desarrollo no solo no debe incomodar sino que además debe aportarle valor añadido.

Recordamos de nuevo, no estamos ante un lienzo en blanco que poder manipular a capricho, sino que debemos trabajar con elementos preexistentes de alto valor, dentro y fuera del ámbito. El Puente Largo (el Rey de los Puentes, según Carlos III) la casa de Portazgo, el trazado de la calle Larga y Camino de Madrid, su conexión con la glorieta de Doce Calles, núcleo secundario trazado a partir del trazado histórico de Picotajo y a su vez núcleo generatriz del resto de huertas históricas) son elementos imprescindibles que “conectan” el desarrollo con el espacio, esté dentro de los límites declarados Patrimonio Mundial o no.

Además de ello tenemos elementos singulares dentro del propio espacio que merecen ser conservados, como la antigua Casa del Conde de Santiago, con la masa arbolada que la rodea, el antiguo búnker y casamatas conservadas y el soberbio encinar sobre el escarpe que separa la terraza baja de la terraza media y sobre esta misma. Encinar con ejemplares varias veces centenarios que será objeto de otro punto, pero que conviene nombrar también en este caso.

Una vez que tenemos clara la necesidad de intentar vincular el nuevo espacio tanto con el urbanismo de la ciudad dieciochesca como con el Paisaje, toca poner en práctica tal necesidad. Lo que se nos plantea a nivel urbanístico está, y es justo reconocerlo, fuertemente condicionado por orografía, geología, masas arboladas, cauces y vaguadas que vierten al Jarama, redes de servicios, usos preexistentes y la notable influencia de un barrio semejante en cuanto a superficie (en el que ya viven más de 6.000 personas y que engloba infraestructuras básicas para la ciudad) Y si a este desarrollo concebido a partir de 2002 se le ha achacado cierta desconexión con los trazados de las huertas históricas y con lo preexistente en la antigua finca de la Montaña, en el caso del ámbito de Puente Largo podríamos encontrarnos con una tesitura similar.

A grandes rasgos, simplificándolo muchísimo, distinguimos dos espacios claramente diferenciados. Una terraza baja con un terreno fundamentalmente llano, que desde la contigüidad con el barrio de la Montaña (parcela 505, aún pendiente de desarrollar) y calle Memorial de la Paz de Hiroshima, hasta las inmediaciones del Puente Largo, ha albergado instalaciones industriales, en desuso algunas, otras aún en uso… y donde existen redes de infraestructuras pasantes.
La otra sección claramente diferenciada (tres, realmente, si separamos de la misma el escarpe entre las dos terrazas) es una terraza media, sobreelevada sobre la anterior, existiendo un desnivel máximo dentro del ámbito de unos 45 metros, sin llegar en ningún caso a predominar grandes desniveles (los mayores, muy aislados, de un 30% aproximadamente) Esta terraza superior, después del abandono de la actividad ganadera en la zona, es el que menor afectación antrópica ha experimentado.

La pretensión, recogida en el documento, es la de diferenciar estas tres partes, y de reforzar la conexión con el vecino espacio urbano de la Montaña. Son varios los viales que prolonga, siendo la espinar dorsal viaria del nuevo barrio una prolongación de la Calle Córdoba justo al pie del escarpe que separa las terrazas, terminando en las inmediaciones de la casa del Conde de Santiago, acodándose y confluyendo definitivamente en las inmediaciones de la rotonda de Puente Largo. Junto a esta prolongación se intenta vincular el recorrido sinuoso del campo de golf de la Montaña con el escarpe mediante una especie de “parque de cornisa”. Sin embargo, este parque no supone más un marco para un espacio concebido como “supermanzanas” ocupando buena parte del promontorio de la terraza superior, desconectando el encinar del barrio de la Montaña. Desconectando en el mejor de los casos, porque la palabra exacta es “diezmando” y acabando con un buen número de ejemplares de encina, monte bajo, chaparro o coscoja, siendo uno de los ejes de las supermanzanas la prolongación norte de la calle Memorial de la Paz de Hiroshima. Por último, el vial que separara la parte residencial de una franja industrial volcada sobre la vía pecuaria acaba muriendo en un vial sentido este-oeste, creando una cuña de uso tecnológico sin ningún tipo de sentido.
Porque además de la extraña conexión con el medio urbano circundante, conviene hablar de la menos -a nuestro juicio- extraña zonificación y delimitación de usos. Una delimitación que nos parece sin duda de las menos adecuadas de todas aquellas que hemos podido conocer de planes anteriores.

Nos encontraríamos con una zona dedicada a Parque Terciario y Tecnológico, una fachada o escaparate en la zona aledaña a la antigua M-305, ocupando hasta el escarpe la zona más baja, separada por los viales en cuatro grandes áreas. Una segunda zona, correspondiente al uso residencial, ocupando la espina central del ámbito (escarpe más parte más occidental de la segunda terraza) ocupando buena parte del encinar, y una tercera zona, dedicada a industria, volcada hacia la vía pecuaria de Vadillo de los Pastores. Como decíamos, entre el barrio de la Montaña (las parcelas residenciales de este aún sin desarrollar) y el área netamente industrial aparece una cuña de uso tecnológico completamente desconectada del área tecnológica, cumpliendo más un papel de tampón respecto a las viviendas del barrio de la Montaña que como área tecnológica en sí.

Ya hemos comentado en numerosas ocasiones que los suelos que alberguen usos netamente industriales (grandes naves de logística, industria pesada, almacén o pequeños talleres…) deben estar situados en las inmediaciones de redes de comunicaciones de alta capacidad. En Aranjuez, las redes de alta capacidad (autovía A-4, autopista R-4, red de alta velocidad, red de ferrocarril convencional Madrid-Alcázar de San Juan-Levante, red convencional Madrid-Cuenca…) discurren por el flanco oeste del área urbana. Sectores como el IX, el X (donde en un futuro se levantaría la plataforma logística intermodal, reforzando precisamente ese papel de catalizador a la hora de atraer actividad netamente industrial) o incluso la parte colindante de Cabezadas con las grandes redes de comunicación… son las más capacitadas para albergar estos sectores productivos. Por si fuera poco, ocuparía parte de los terrenos denominados en el propio Plan como de “condiciones constructivas poco favorables” (aquellos al oeste de la M-305)

Ubicar un sector tal al este de un desarrollo como el de Puente Largo nos parece profundamente equivocado. Si nos fijamos en el plano delimitador de usos, el acceso preferente para el tráfico pesado vendría por dos ejes, uno apoyándose en la plataforma de la variante de la M-305 (una vía de dos carriles no capacitada para soportar estos flujos) y otro un acceso transversal oeste-este desde la antigua M-305 (Calle Larga y Camino de Madrid) atravesando además la zona residencial. Obviando las grandes glorietas de acceso, no encontramos ninguna otra en el interior del desarrollo capaz de dar desahogo y agilizar el trasiego de vehículos de potencial gran longitud. No hay grandes rotondas o viales internos y tendríamos por añadidura un espacio industrial constreñido una vez más por viviendas. Recordemos que el Grupo Totaltrailers, anterior propietario de las instalaciones ahora en desuso de Fruehauf, en su plan estratégico 2006-2008, decía que “no tiene sentido invertir en una fábrica rodeada de viviendas”. Pues bien, no solo no eliminamos esa posibilidad sino que la reproducimos n veces en Puente Largo. Una locura.

Ahora nos referiremos al área con uso residencial. Aquí no nos extenderemos mucho, pues creemos que si hay un espacio prescindible en todo este desarrollo es precisamente el residencial. Como decíamos al principio, no estamos a favor de las políticas de crecimiento cero, que a medio-largo plazo son perniciosas, constriñendo económica y socialmente las ciudades. Pero creemos también que el potencial de crecimiento urbano debe comenzar a mirar hacia el interior de la ciudad. Entendemos que hay que detener el progresivo centrifugado de la población, desde el centro hasta la periferia. Nos encontramos con portales y manzanas en el centro de Aranjuez en los que no vive ni un solo vecino. Manzanas enteras amenazadas de ruina, solares que van proliferando en el centro y sobre los que no se construye. A estos problemas le sigue el progresivo deterioro del comercio del centro, en un círculo vicioso que se vería alimentado apostando por apostar por más desarrollo residencial alejado de la ciudad. Creemos que las viviendas necesarias en este desarrollo mixto deben reducirse al mínimo, y en aquellas zonas que posibiliten terminar y dar coherencia al desarrollo de la Montaña, como por ejemplo en la escotadura este, al norte de los centros escolares existentes. De ser posible, el desarrollo residencial debería tener a cero. Hay áreas en Aranjuez que albergan suelo residencial y podrían absorber el crecimiento poblacional cuando los desarrollos tecnológicos previstos en Puente Largo se pusiesen en marcha (completando el ámbito de Agfa, Ciudad de las Artes, Centro, Traviesas, Pinar…) sin necesidad de extender más la ciudad.

3. Afecciones al patrimonio medioambiental.

Tal vez, de entre todas las posibles variables a contemplar, sea esta la que más críticas ha suscitado. Lo cierto es que no vamos a deslizarnos por la falsa disyuntiva de “encinas o desarrollo” porque ambos son perfectamente compatibles. Y si un plan de sectorización, o una entidad transformadora del suelo, o una iniciativa política… es incapaz de compatibilizarlo, entonces estamos ante sectorizaciones, transformadores o iniciativas políticas que no responden a las necesidades reales de los ciudadanos.

Buena parte del término municipal de Aranjuez, incluyendo grandes áreas de Puente Largo, están desprovistos de vegetación de porte arbóreo, en buena parte también debido al intenso desarrollo agrícola y ganadero. No vamos a extendernos en consideraciones en las que ya el propio documento de sectorización ya abunda y que sería redundante repetir, pero sí vamos a centrarnos en uno de los elementos que más caracteriza a este ámbito y creemos debe ser objeto prioritario de protección. Nos referimos al encinar situado primordialmente en la segunda terraza y escarpe, más allá de la presencia de algunos ejemplares de gran porte diseminados por todo el sector.

Dentro de la vegetación natural, el ecosistema dominante es el del encinar manchego. Sobre los suelos de este ámbito, ricos en bases y carbonato cálcico se desarrolló antiguamente un bosque de encinas (Quercus ilex rotundifolia) con su vegetación asociada. El intenso aprovechamiento agropecuario ha limitado mucho la extensión y desarrollo de este encinar, delatando el dominio del antiguo encinar la aparición de encinas y retamas (Retama sphaerocarpa), aulagas y cantuesos (Genista scorpius y Lavandula stoechas, respectivamente) y entremezclándose con el encinar, ejemplares de chaparro o coscoja (Quercus coccifera). Ya en las proximidades de la Casa del Conde de Santiago la vegetación queda más reducida al retamar con aulagas.

En cualquier caso, estamos ante un encinar maduro de importancia mucho mayor a la que se quiere dar a entender en el estudio de sectorización, con la pretensión de ser reducido a un pequeño parterre o macetero rodeado por grandes manzanas de vivienda y naves industriales, alternativa que nos parece absolutamente inaceptable. Si acudimos al inventario de arbolado que se localizan 664 encinas, ninguna en la franja de vegetación entre las dos carreteras, de las que 257 son brinzales con tronco único o principal dominante y 407 serían cepas con rebrotes. De los 257 brinzales contenidos en el inventario, 157 tienen un diámetro de tronco superior a los 30 centímetros y 99 inferior a esa cifra, que “merecería la pena conservar”. De hecho, en el apartado “Arbolado afectado que merece la pena conservar” se pone de manifiesto que en todo caso se conservarían los brinzales con troncos de diámetro mayor de 30 centímetros. Se procedería al trasplante (por encontrarse en medio de parcelas y ser afectados por la construcción o por estar afectados por el trazado viario) de entre 35 y 89 encinas, una de las cuales con una clase diamétrica de casi 150 centímetros. En total, el número de ejemplares conservados (incluyendo los trasplantados) sería de 354 ejemplares de 664 inventariados. Una absoluta salvajada que estamos convencidos no pasará inadvertida para aquellos organismos que deban evaluar el estricto cumplimiento de la normativa medioambiental. Cabe añadir también que muchas de las encinas, de las cepas con brotes, tienen también una clase diametral alta, pero este dato nos lo hurtan del estudio, ya que es empleado como pretexto para infravalorarlas y justificar su eliminación. Estas cepas con brotes indicarían precisamente un avanzado estado de desarrollo del encinar (dado que hace aproximadamente sesenta años que no se produce aprovechamiento agropecuario o ganadero en la zona)

En cuanto al éxito de los trasplantes de ejemplares de encina de gran porte, basta comprobar el “éxito” de los realizados en el entorno del Hospital del Tajo, y las afecciones que las obras provocaron en la Encina de la Montaña, un ejemplar de porte monumental (con una circunferencia de base de 5,8 metros, una altura de 21 metros y un diámetro de copa de 24 metros, proyectando una sombra de casi 500 metros cuadrados. Su muerte se produjo en la víspera de su inclusión como nuevo árbol singular y monumental de Madrid.

Podríamos seguir con la crítica sobre el resto de criterios que emplean con el resto de especies arbóreas, pero creemos que con los datos aportados en la mano no podemos más que rechazar el estudio de impacto ambiental propuesto. Consideramos que se debe considerar de cara a su mantenimiento la totalidad, salvo casos muy, muy excepcional, de las 664 encinas inventariadas. Y como decimos reiteradamente, no hay que adaptar una masa de encinar maduro a las supermanzanas y a un desarrollo industrial puro que ya nace constreñido y con una monumental desventaja competitiva con el resto de desarrollos industriales de la comarca, que sí que tienen acceso a las redes de alta capacidad. Hay que adaptar el desarrollo a lo que ya existe, si de verdad se cree en su potencial, en su capacidad para aportar bienestar a los ciudadanos, y no rendimiento económico para terceros. El área residencial y el área industrial propuestas no solo no cumplen con las expectativas sino que, por sus afecciones, lastrarían profundamente el desarrollo de todo el ámbito, que debe fundamentalmente ser tecnológico-terciario.

Desde acipa proponemos una conservación de la totalidad del encinar articulando a su alrededor un gran parque forestal ocupando la práctica totalidad de los suelos inicialmente destinados en el plan a uso residencial, confinando este únicamente a la escotadura que presenta el barrio de la Montaña al norte de los centros educativos, de tipología similar a la de las viviendas del entorno, constituyendo esta una franja de transición entre el sector netamente residencial (Montaña) y el tecnológico-terciario (Puente Largo) El parque forestal propuesto tendría continuación con el parque de cornisa ya propuesto (en el escarpe entre las dos terrazas) conectándose con la masa forestal de la casa del cerro o del Conde de Santiago. Buena parte del denominado parque industrial, en especial su desarrollo sureste debería ser replanteado o al menos dejar su desarrollo en suspenso, priorizando las áreas de desarrollo tecnológico-terciario al oeste y norte del desarrollo, ofreciendo una continuidad urbanística con el atractivo suficiente para atraer inversiones.


4. Otras afecciones al Patrimonio Natural, Cultural y Arqueológico.

En lo referente al resto de afecciones al entorno natural, qué duda cabe de que el desarrollo del sector tendrá importante impacto sobre mamíferos, reptiles, anfibios, aves, invertebrados y sobre los hábitats de diversas especies de aves migratorias. El estudio faunístico adolece de falta de profundidad, no ya solo indicando la problemática de conservación sino a nivel de alternativas para minimizar los daños al mismo. El estudio presente es, en este sentido, inferior al presentado en anteriores documentos de sectorización. La fragmentación del hábitat, la creación de más barreras a añadir a las ya existente exigiría la creación de pasos de fauna y un estudio más en profundidad para descartar definitivamente afecciones a especies incluidas en el catálogo de especies protegidas de la Comunidad de Madrid y estatal.

En lo referente a los retazos de arquitectura militar, vinculada a la guerra civil, decir que hace dos años fue aprobada por unanimidad en el seno del Pleno de la Corporación Municipal una propuesta de acipa para que se recuperasen y se incluyesen todos estos restos dentro del Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid. Además del búnker presente en las inmediaciones de la antigua factoría de Fruehauf, en el sector existe un formidable ejemplo de arquitectura de este tipo en las proximidades del propio Puente Largo, construido a base de hormigón en masa, con un pequeño acceso trasero y tres grandes troneras frontales mirando al puente y al valle del Jarama. Estos elementos deben ser siempre protegidos e integrados en el desarrollo, con la categoría de monumento o de ejemplo conspicuo de arquitectura militar. El recorrido de las trincheras deben ser convenientemente catalogadas e inventariadas y ser oportunamente conservadas aquellas presentes en la zona destinada a parque forestal.

Sobre las áreas de protección arqueológica, hay que resaltar que las principales áreas estarían ubicadas en la parte este de las actuales instalaciones (en desuso) de ISN-Fruehauf y, ya fuera del sector principal de 200 hectáreas, sobre las áreas dedicadas a equipamientos junto al Cordel de Titulcia. El propio Plan denomina el sector como de alto potencial arqueológico, prestando especial atención a las áreas antes descritas. Según se recoge en la publicación Puente Largo del Jarama (Aranjuez, Madrid) nuevos datos sobre la ocupación paleolítica del curso bajo del río Jarama (sep. 2004) el entorno de Puente Largo fue frecuentemente visitado durante el Pleistoceno Medio (781.000-126.000 AD) donde “diversos grupos de homínidos aprovecharon las cuarcitas locales para configurar un macroutillaje de aparente uso inmediato, y el sílex” por lo que los datos experimentales confirman prácticamente que todo el ámbito es altamente susceptible de albergar elementos de interés arqueológico o paleontológico. Idea que refuerza la conveniencia de no apostar por la transformación de todo el sector, sino solo de aquellas zonas más competitivas desde el punto de vista tecnológico o terciario.

Por todo ello, y en base a las observaciones anteriores,

SOLICITAMOS:

Que se modifique el Plan de Sectorización propuesto, de manera que:

a) Se mantenga en la alternativa propuesta por SEPES un área de uso tecnológico-terciario en los sectores oeste y norte del ámbito de Puente Largo, de manera que además pueda darse cumplimiento al protocolo para dar cabida en este sector tecnológico a unas nuevas instalaciones de INDRA Sistemas S.A.

b) Que se desestime la creación de un área de uso residencial en el sector de Puente Largo, por la presión que supondría la construcción de más de 2.500 viviendas en un desarrollo con unas infraestructuras y unas redes de transporte no preparadas para tal incremento de población, y por ser profundamente innecesario a medio plazo en una ciudad con sectores urbanizados sin completar, sin recepcionar y con grandes cantidades de vivienda vacía y pendiente de rehabilitar.

c) Que se desestime la creación de un área de uso industrial en el sector este del ámbito, por desconexión de las redes de alta capacidad necesarias para dotar de competitividad y buen funcionamiento a un área industrial, por la presión de tráfico pesado que implicaría sobre viales no preparados para tal fin, por el cuello de botella que supondría el acceso tanto por el Puente Largo como por los viales propuestos a través del nuevo sector urbanizado.

d) Que se proponga, cuantifique la inversión necesaria y se calendarice a corto y medio plazo la creación de las infraestructuras necesarias para dotar de accesos apropiados al nuevo desarrollo de Puente Largo, como por ejemplo la eliminación del cuello de botella que constituye el actual puente sobre el Jarama, con la construcción de uno nuevo que sustituya o complemente al actual del S.XVIII, la resolución de los accesos por la antigua M-305 (Calle Larga y Carretera de Madrid) por la variante de la M-305, las rotondas necesarias , los viales de acceso a la A-4, la creación de plataformas específicas para transporte público, prolongación de la línea L-4 o creación de una línea lanzadera de conexión con los puntos neurálgicos de Aranjuez (hospital, estación, centro histórico…) conexión peatonal y ciclista Puente Largo-Montaña-Centro, cosiendo debidamente los nuevos desarrollos, mejora de las conexiones ferroviarias (estudiando reapertura del apeadero de Seseña para descongestionar la estación de Aranjuez) creación de un estudio de movilidad actualizado dentro de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible para todo Aranjuez.

e) Que, dando cumplimiento a un mandato de Pleno, se exija a las administraciones competentes (Comunidad de Madrid u Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) la rehabilitación y puesta en valor del puente monumental del S. XVIII o Puente Largo sobre el río Jarama, y se recupere su entorno y construcciones aledañas (andenes de entrada, casa de Portazgo…)

f) Creación de un parque forestal capaz de conservar la totalidad o la inmensa mayoría del encinar, desistiendo de la eliminación de cepas con rebrotes, creando un corredor verde de cornisa hasta la masa forestal de la Casa del Conde de Santiago, acondicionado convenientemente para que, respetando sus valores medioambientales, constituya un espacio de esparcimiento y ocio para todos los vecinos de Aranjuez.

g) Que los ejemplos de arquitectura militar sean, dando cumplimiento al mandato de Pleno, protegidos para que en un futuro formen parte del Plan de Yacimientos visitables de la Comunidad de Madrid.

h) Realización de un estudio detallado para la construcción y ubicación de pasos de fauna para el paso de animales. El estudio debe tener en cuenta el trazado en su conjunto y los corredores de fauna naturales existente y lugares de paso entre distintos ecosistemas.